“4 Cuando todo el pueblo terminó de cruzar el río Jordán, el SEÑOR le dijo a Josué: 2 «Elijan a un hombre de cada una de las doce tribus de Israel, 3 y ordénenles que tomen doce piedras del cauce, exactamente del lugar donde los sacerdotes permanecieron de pie. Díganles que las coloquen en el lugar donde hoy pasarán la noche.» 4 Entonces Josué reunió a los doce hombres que había escogido de las doce tribus, 5 y les dijo: «Vayan al centro del cauce del río, hasta donde está el arca del SEÑOR su Dios, y cada uno cargue al hombro una piedra. Serán doce piedras, una por cada tribu de Israel, 6 y servirán como señal entre ustedes. En el futuro, cuando sus hijos les pregunten: “¿Por qué están estas piedras aquí?”, 7 ustedes les responderán: “El día en que el arca del pacto del SEÑOR cruzó el Jordán, las aguas del río se dividieron frente a ella. Para nosotros los israelitas, estas piedras que están aquí son un recuerdo permanente de aquella gran hazaña.” » 8 Los israelitas hicieron lo que Josué les ordenó, según las instrucciones del SEÑOR. Tomaron las piedras del cauce del Jordán, conforme al número de las tribus, las llevaron hasta el campamento y las colocaron allí. 9 Además, Josué colocó doce piedras en el cauce del río donde se detuvieron los sacerdotes que llevaban el arca del pacto. Esas piedras siguen allí hasta el día de hoy. 10 Los sacerdotes que llevaban el arca permanecieron en medio del cauce hasta que los israelitas hicieron todo lo que el SEÑOR le había ordenado a Josué. Todo se hizo según las instrucciones que Josué había recibido de Moisés. El pueblo se apresuró a cruzar el río, 11 y cuando todos lo habían hecho, el arca del SEÑOR y los sacerdotes cruzaron también en presencia del pueblo. 12 Acompañaban al pueblo los guerreros de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés, según las órdenes que había dado Moisés. 13 Unos cuarenta mil guerreros armados desfilaron en presencia del SEÑOR y se dirigieron a la planicie de Jericó, listos para la guerra. 14 Aquel mismo día, el SEÑOR engrandeció a Josué ante todo Israel. El pueblo admiró a Josué todos los días de su vida, como lo había hecho con Moisés. 15 Luego el SEÑOR le dijo a Josué: 16 «Ordénales a los sacerdotes portadores del arca del pacto que salgan del Jordán.» 17 Josué les ordenó a los sacerdotes que salieran, 18 y así lo hicieron, portando el arca del pacto del SEÑOR. Tan pronto como sus pies tocaron tierra firme, las aguas del río regresaron a su lugar y se desbordaron como de costumbre. 19 Así, el día diez del mes primero, el pueblo de Israel cruzó el Jordán y acampó en Guilgal, al este de Jericó. 20 Entonces Josué erigió allí las piedras que habían tomado del cauce del Jordán, 21 y se dirigió a los israelitas: «En el futuro, cuando sus hijos les pregunten: “¿Por qué están estas piedras aquí?”, 22 ustedes les responderán: “Porque el pueblo de Israel cruzó el río Jordán en seco.” 23 El SEÑOR, Dios de ustedes, hizo lo mismo que había hecho con el Mar Rojo cuando lo mantuvo seco hasta que todos nosotros cruzamos. 24 Esto sucedió para que todas las naciones de la tierra supieran que el SEÑOR es poderoso, y para que ustedes aprendieran a temerlo para siempre.»” ¿Qué podemos esperar de nuestros hijos, si no damos un testimonio real de lo que significa experimentar la mano de Dios en nuestras vidas?; Llamamos a lo malo bueno, coqueteamos con la ilegalidad, nuestro comportamiento no refleja la voluntad del Señor y esperamos que ellos actúen en obediencia cuando ni siquiera nosotros estamos dispuestos a rendirle nuestra vida al Señor; vivimos de apariencias ante la sociedad, pero al interior de nuestros hogares permitimos que gobierne satanás a través de las disensiones y contiendas, la violencia, la mentira y las faltas de respeto. De nada nos sirve ser los más piadosos en la calle, si somos unos tiranos en nuestra casa, esto se llama hipocresía. Lo más triste es que no tenemos actitud de cambio, esperamos recibir pero no dar, queremos ver cumplidos nuestros sueños pero no estamos dispuestos a entregar lo mejor de nosotros mismos para exaltar a un Dios lo que ha dado TODO por nosotros. El Señor confía en que recordemos lo que Él ha hecho, que le hablemos a nuestros hijos acerca de sus maravillas y de su poder para que su nombre no quede en el olvido. Una generación que viva sin Dios, está condenada a la derrota. ¿Por qué creyentes alrededor del mundo, se han apartado poco a poco de la vida espiritual? ¿Por qué somos cada vez más tolerantes con la ilegalidad y la maldad? ¿Por qué los placeres de la carne se han convertido en una necesidad básica para el hombre? ¿Por qué nuestros jóvenes cristianos están participando de lo mismo que los demás? ¿Por qué tenemos hijos inconversos habiéndose formado en hogares cristianos? La ignorancia bíblica es la base para la incredulidad y la rebeldía, evita ser fuente de maldición para tu descendencia, éste es tu reto hoy. Tus hijos son prestados, aprovecha el tiempo mientras permanezcan a tu lado… ¡Haz lo que tienes que hacer ante los ojos del Señor! Alabanza sugerida: Canción: Princesas mágicas – Jesús Adrián Romero Ver video aquí: http://bit.ly/1fgJlkm Padre amado, guía, cuida, orienta y llena el corazón de mis hijos(as) con tu presencia. Sé tú ayudándolos a tomar decisiones acertadas y dame la sabiduría que necesito para llevarlos(as) por el buen camino e instruirlos(as) en tu palabra conforme a tu voluntad. Muéstrame cómo puedo dar testimonio de tu poder y que ellos(as) entiendan que no somos nada ni nadie si no existes en nuestra vida. Los(as) bendigo en el nombre de tu amado hijo Jesús y bajo la unción del Espíritu Santo, amén.Texto Bíblico
Josué 4 (NVI)
Monumento conmemorativo
Reflexión
Padres e hijos
Si tenemos la bendición de parte de Dios de ser padres, debemos tener claro que nuestra responsabilidad abarca el instruirlos en su palabra. Se está levantando una generación que desconoce a Dios, pasarán los años y quizás en el futuro podremos encontrarnos con iglesias vacías, Biblias en las bibliotecas que no serán leídas por ser dizque un ´libro aburrido y difícil de comprender´ y el tiempo de oración será reemplazado por tertulias acerca de las cosas con las que el mundo los seduce a diario, como las drogas, el alcohol, el libertinaje y la inmoralidad sexual.
Oremos