TEXTO BÍBLICO

Isaías 30:18-25 NVI

“18 Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
por eso se levanta para mostrarles compasión.
Porque el Señor es un Dios de justicia.
¡Dichosos todos los que en él esperan!

19 Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén, ya no llorarás más. ¡El Dios de piedad se apiadará de ti cuando clames pidiendo ayuda! Tan pronto como te oiga, te responderá. 20 Aunque el Señor te dé pan de adversidad y agua de aflicción, tu maestro no se esconderá más; con tus propios ojos lo verás. 21 Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo». 22 Entonces profanarás tus ídolos enchapados en plata y tus imágenes revestidas de oro; los arrojarás como cosa impura, y les dirás: «¡Fuera de aquí!»

23 El Señor te enviará lluvia para la semilla que siembres en la tierra, y el alimento que produzca la tierra será suculento y abundante. En aquel día tu ganado pacerá en extensas praderas. 24 Los bueyes y los burros que trabajan la tierra comerán el mejor forraje, aventado con bieldo y horquilla. 25 En el día de la gran masacre, cuando caigan las torres, habrá arroyos y corrientes de agua en toda montaña alta y en toda colina elevada.”

REFLEXIÓN

Pasado oscuro, futuro lleno de luz

Nuestras equivocaciones del pasado, no definen nuestro futuro. El primer paso para obtener el perdón de Dios es acercarnos a él con verdadero arrepentimiento, confesar nuestros pecados y con un corazón humilde clamar por su ayuda en un proceso en el que solos no podemos vencer.

Necesitamos de su fuerza y su poder para superar la adversidad y la aflicción; tener paciencia en el proceso de restauración, ser valientes y decididos a caminar con Dios. Al reconciliarnos con nuestro Padre celestial, se irán aparejando las cosas, lloverán bendiciones y poco a poco, la vida se tornará en luz y esperanza.

Se fuerte y valiente, las promesas de Dios en tú vida se cumplirán en el tiempo perfecto del Señor.

Alabanza sugerida

Canción: Por fe – tercer cielo

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OREMOS

Gracias Señor por demostrarme tu amor, a través de tu perdón. Me has salvado una y otra vez y entiendo que eres justo y fiel y escuchas mi clamor en medio de mis dificultades. Gracias Señor por obrar en mi vida como lo has hecho y por darme una nueva esperanza a través de la sanación de mis heridas. Tengo fe en ti, te amo y te necesito y declaro victoria en el nombre de Jesús, amen y amén.