No sé ustedes, pero cuando era un niño un día decidí perseguir el lugar donde nacía un arcoíris. Se construyó un mito alrededor de este lugar, el cual dice que era posible hallar una olla llena de monedas de oro. Aunque mi motivación no fue encontrar dicha olla, si tenía un expectativa con respecto a hallar el origen de un arcoíris. Motivado por mi curiosidad recorrí varias calles por cerca de una hora y jamás llegué allí. Así es como muchos viven su vida, persiguiendo imposibles, buscando llenar vacíos con mitos y falsas promesas, persiguen el oro que creen necesitar, y al final del día sus vacíos están allí.
Al hablar de arcoíris podemos asociarlo rápidamente, y en la actualidad, a diversas tendencias, sin embargo para el pueblo de Dios, representa el pacto hecho por Dios con la humanidad de jamás destruir la tierra con agua.
“Y Dios dijo: «Esta es la señal del pacto que hago con ustedes y con todos los seres vivientes. Mi pacto continuará por todas las generaciones. […] Cuando el arco iris esté en las nubes, yo lo veré y me acordaré del pacto eterno que tengo con todo ser viviente de la tierra». […] Luego Dios le dijo a Noé: «Esa es la señal del pacto que tengo con toda vida en la tierra». Génesis 9:12; 14; 17 – RV60 (Subrayado fuera de texto)
Dicho pacto representa la misericordia de Dios para la vida de la humanidad. El pueblo de Israel fue beneficiario de dicha misericordia en muchas oportunidades, y en ese sentido podemos decir que nuestro Dios ha sido Dios de las oportunidades, por encima de nuestras constantes derrotas, fracasos e incluso pecados.
Prueba de ello, y sin ninguna duda, es que a pesar de derrotas, fracasos y pecados de la humanidad, un plan de salvación para la misma ya había sido considerado: la venida, muerte y resurrección de Cristo. Así es, la consumación de un nuevo pacto entre Dios y la humanidad, que viene a través de la sangre de Cristo.
“Después de la cena, tomó en sus manos otra copa de vino y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto entre Dios y su pueblo, un acuerdo confirmado con mi sangre, la cual es derramada como sacrificio por ustedes.” Lucas 22:20 – NTV (Subrayado fuera de texto)
La promesa de Dios, que viene a través de un nuevo pacto, es plasmada en el libro de Hebreos 8:10 – PDT, sin embargo ya había sido anunciada con anticipación (ver Jeremías 31:31-34):
«Este es el nuevo pacto que en el futuro haré con el pueblo de Israel, dice el Señor. Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.» (Subrayado fuera de texto)
El nuevo pacto, como en el caso de la aparición del arcoíris después del diluvio, es un nuevo momento, un nuevo inicio para todos; Sin embargo este nuevo pacto, forjado con la misma sangre de Jesús, aunque universal en su alcance, aplica solo para quienes aceptan a Cristo en su vida como Señor y salvador, favorece la posibilidad de forjar una relación íntima con Dios a través de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Atrévete, Dios ya pactó con la humanidad, acéptalo, recíbelo y deja de perseguir arcoíris.
Hoy te bendigo.
Escrito por Jonathan González (@achristian_walk) para www.conectadosconcristo.com