TEXTO BÍBLICO
Salmos 21 (NVI)
Al director musical. Salmo de David.
“21 En tu fuerza, Señor,
se regocija el rey;
¡cuánto se alegra en tus victorias!
2 Le has concedido lo que su corazón desea;
no le has negado lo que sus labios piden. Selah
3 Has salido a su encuentro con ricas bendiciones;
lo has coronado con diadema de oro fino.
4 Te pidió vida, se la concediste:
una vida larga y duradera.
5 Por tus victorias se acrecentó su gloria;
lo revestiste de honor y majestad.
6 Has hecho de él manantial de bendiciones;
tu presencia lo ha llenado de alegría.
7 El rey confía en el Señor,
en el gran amor del Altísimo;
por eso jamás caerá.
8 Tu mano alcanzará a todos tus enemigos;
tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
9 Cuando tú, Señor, te manifiestes,
los convertirás en un horno encendido.
En su ira los devorará el Señor;
¡un fuego los consumirá!
10 Borrarás de la tierra a su simiente;
de entre los mortales, a su posteridad.
11 Aunque tramen hacerte daño
y maquinen perversidades,
¡no se saldrán con la suya!
12 Porque tú los harás retroceder
cuando tenses tu arco contra ellos.
13 Enaltécete, Señor, con tu poder,
y con salmos celebraremos tus proezas.”
REFLEXIÓN
Yo pido en oración, Él me demuestra su amor
No existe nada que yo no le haya pedido a Dios en oración, que Él no me haya concedido. Es claro que cuando pides con fe y la actitud correcta, Él no tarda en responder. Cuando confiamos al Señor nuestros deseos más íntimos, Él cuida de ellos, los atesora entre sus manos y trae alegría a nuestro corazón, cumpliendo su santa agradable y buena voluntad al demostrarnos su gran amor.
No es sólo pedir y ya; debemos demostrar alegría, seguridad, confianza, honestidad y pureza de pensamiento, que se traduzcan en acciones que le den honra y gloria en todo momento y todo lugar. La oración renueva nuestras fuerzas y trae paz y aliento a nuestra alma.
Acercarnos a Dios en oración, exige de cada uno de nosotros sacrificar el orgullo que no nos permite alinearnos a sus propósitos; al conectarnos íntimamente con Él en la mañana, comenzamos nuestro día en victoria; y cuando al final del día le confiamos nuestro descanso, nos preparamos mientras dormimos, para una nueva batalla de su mano; así que es una equivocación, ignorar su presencia, anhelando bendiciones.
Para los hijos de Dios no existe fracaso alguno que logre derribarlos. Sabemos que su plan maravilloso es para nuestro bien, porque nos ama y cuando no recibimos lo que pedimos, es porque o no nos conviene, pedimos sin perdonar a nuestros enemigos o no estamos realmente listos para enfrentarnos a la tentación de vanagloriarnos de nuestros logros como si fueran solo nuestros.
Alabanza sugerida
Canción: Hosanna – Hillsong
Ver video aquí: http://bit.ly/2twLTGf
OREMOS
Declaro con mi voz que eres el Rey de mi vida y que tienes el control de mis circunstancias, de mis temores, de mi vida entera. Señor, me limpias de la maldad que hay en el mundo y me haces vivir confiado de tu fuerza y tu poder, al abrigar los deseos más profundos de mi corazón, entre tus manos, para convertir mis sueños en realidad. Siento alegría al escuchar tu voz cada mañana y tranquilidad al disponerme a descansar, porque sé que estás a mi lado, me proteges y libras por mí las duras batallas que enfrento a causa de mi debilidad y falta de fe. Te amo mi Dios; eres la fortaleza de mi vida. En el nombre de Jesús y bajo la unción de tu Santo Espíritu, proclamo tus maravillas y doy a conocer lo que has hecho por mí. Amén y amén.