Como emprendedor me he dado cuenta que mientras no tenga un plan elaborado nada tiene sentido. Como dicen por ahí: “Al que no sabe para dónde va, cualquier bus le sirve” y “El que no planea, planea el fracaso”. Seamos o no seamos emprendedores debemos tener un plan, pues si no, la vida te irá llevando a donde le dé la gana y no la estarás haciendo tú mismo. Es decir, la vida no será desarrollada por ti sino por tus circunstancias. Hablaremos un poco de la importancia de planear y cómo hacerlo de la manera más sencilla.
Básicamente el mismo principio de proactividad está inmerso en este tema que si pones en práctica te llevará a tener unos resultados demasiado diferentes a los que actualmente tienes. Muchos culpamos en algún momento a Dios por tener que pasar por pruebas fuertes, pero lógicamente él no tiene la culpa. Él nos dio libre albedrio, y las decisiones que tomamos nos llevan inminentemente a un resultado, sean pequeñas o grandes. La decisión de no planear indudablemente te llevará al fracaso, a la frustración y la culpa. ¿Dios quiere eso para nosotros? Obviamente no. Sin embargo, los que tomamos las decisiones fuimos nosotros. Muchos me han dicho: -Nunca planee estar así de endeudado o ir a la quiebra. Mi pregunta es: -Planeaste cómo llegar a lo opuesto? La mayoría de las veces la respuesta es no. De ahí la importancia de planear lo que sea que quieras. Trazar un plan de cómo lo vas a lograr. Si tu sueño es estudiar francés en Paris ¿ya sabes cuánto te gastarías exactamente al hacerlo? ¡Muchos ni siquiera saben eso! Y si no tienes idea de lo que implica, jamás te esforzaras por alcanzar los resultados. Si emprendes un negocio y no planeas financieramente te aseguro que quebrarás. Así funciona.
La manera en que suelo planear junto a mi esposa realmente es muy sencilla. No queremos que se convierta en algo cuadriculado, complicado o aburrido. Normalmente llevamos un plan para todo, día a día. Y cuando decidimos emprender un nuevo proyecto empezamos por investigar todo sobre este en internet. Por ejemplo, teníamos el sueño de ir a Reino Unido hace 12 meses por lo cual no nos quedamos deseándolo, sino que activamos nuestra fe y comenzamos a investigar (Recordemos que la vida no nos da lo que deseamos ni lo que necesitamos sino lo que nos merecemos). Empezamos por ver costos de vuelos para 12 meses después de ese momento. Investigando vimos que era necesaria la visa, por lo cual averiguamos el procedimiento y costos para obtenerla. Leímos blogs sobre costo de vida en los 4 países que componen Reino Unido para tener estimados de gastos en transporte y alimentación. Investigamos hoteles. Averiguamos los costos de entradas a lugares turísticos. Finalmente, con toda la información planeamos cada uno de los días por un lado y por el otro calculamos todos los costos y los introdujimos a nuestro plan financiero para alcanzar la meta en 12 meses con ahorro. Hace un par de días llegamos de ese viaje, el cual fue hermoso y lleno de bendiciones de Dios. Lo mejor, logramos nuestro sueño y no le debemos un peso a nadie.
A partir del ejemplo que te estoy dando podemos inferir que ser vale soñar, pero también hay que decidir hacerlo realidad, investigar todo sobre eso, presupuestar y ejecutar acciones precisas que en un rango de tiempo nos lleven al objetivo. Todo esto tiene implícita la planeación efectiva. Espero que el sueño que tengas decidas hacerlo realidad y planees todo para que un día lo veas frente a tus ojos. Espero haya sido de utilidad la información que compartimos y nos cuentes tus propias experiencias.
¡Bendiciones emprendedor!
Escrito por David Andrés Rincón para www.conectadosconcristo.com