Al principio de los tiempos nuestro DIOS utilizó la palabra para crear el universo, con sólo decirlo su poder creador hizo nacer el cielo, la tierra, los mares y la luz, todo sucedió en el primer día en la historia de la tierra. Podemos leerlo en Génesis 1:1 – 5.

DIOS al crearnos a su imagen y semejanza nos dotó de varias de sus características, una de ellas el poder de su palabra. Es importante saber que nuestras palabras están investidas de un poder excepcional, pueden ser fuente de bendición o de maldición según las decisiones que tomemos.

Las palabras se forman dentro de nuestra mente y toman de ella nuestras ideas, pensamientos, emociones y sentimientos. De ahí lo valioso que es alimentar nuestra mente con pensamientos e ideas que honren a DIOS.

Para que nuestra mente tenga, por decirlo así, el insumo necesario para generar y almacenar buenas ideas y pensamientos debemos leer la Biblia, consumir material audiovisual que nos edifique, dado que nuestras ideas y pensamientos son producto de los estímulos que recibimos del exterior.

Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Les digo lo siguiente: El día del juicio, tendrán que dar cuenta de toda palabra inútil que hayan dicho. Las palabras que digas te absolverán o te condenarán”. Mateo 12: 35 – 36 (NTV).

En algunas ocasiones he escuchado decir: “La calidad de tu lenguaje, es la calidad de tu vida”, no sé quién fue el autor de esta frase, pero si me lo preguntan estoy de acuerdo con él o ella. Actualmente he llegado a la conclusión de que el lenguaje es una extensión de nuestro ser, parte de nuestro legado y paso por la tierra.

Por ello, es nuestra responsabilidad extender el reino de los cielos en la tierra y oficiar como embajadores de DIOS a través de nuestras palabras, el poder y la contundencia de una frase puede hacer nacer esperanzas en un desierto o destruir por completo a una persona.

El poder de la comunicación y en esencia el poder de la palabra es trascedente, como lo podemos ver en la bendición que Isaac dio a Jacob, que aunque se hizo bajo engaño, dio la posibilidad a Jacob de convertirse en Israel y ser padre de las doce tribus del pueblo de DIOS.

Es tal el poder de la palabra que incluso en la Biblia nos advierten sobre ello, en Santiago 3:5 nos revelan que la lengua es el timón de nuestra vida y que debemos girarla en dirección correcta, a fin de no traer destrucción y caos.

Todas las ovejas que seguimos a CRISTO queremos reflejar su amor, para que aquellos que no le conocen quieran conocerlo, para aquellos que intentamos pertenecer al reino de los cielos, es relevante la palabra, pero también su mensaje, tono e intención.

Eso no quiere decir que no podamos expresar sentimientos o emociones, que escojamos nuestras palabras como si fuéramos robots o asesores de un Call Center, sólo que debemos buscar un entorno que nos inunde de los estímulos correctos, sólo aquello que edifique nuestro espíritu.

Manteniendo nuestra mente llena de buenas ideas y pensamientos, estrechando nuestra relación con DIOS a través de la oración y la lectura de la Biblia, podremos construir una fuente de bendición para nosotros mismos y todos quienes nos rodean.

¿Acaso una higuera puede dar aceitunas o una vid, higos? No, como tampoco puede uno sacar agua dulce de un manantial salado. La verdadera sabiduría proviene de DIOS”. Santiago 3:12 (NTV).

Escrito por Mr. Cesos para www.conectadosconcristo.com