Como emprendedores debemos incluir dentro de nuestras rutinas el visualizar paso a paso lo que haremos en el futuro, con el fin de dirigirnos exactamente hacia el lugar a donde queremos ir.
En el libro de Hebreos se nos habla de que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve y en Romanos, el autor atribuye a Dios mismo, el hecho de que da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si fueran. La frase final nos habla que Dios llama las cosas que no existen como si ya existieran, eso mismo hacemos nosotros cuando profetizamos o cuando visualizamos. Para muchos empresarios es lo que comúnmente se conoce como proyectar pero que a nivel estratégico lo han denominado pensamiento prospectivo.
Ver algo, llamar algo que aun físicamente no es, pero será, es seguir las buenas enseñanzas de Dios a nuestras vidas. Él quiere que trabajemos, prosperemos y seamos felices, manteniéndonos files en su camino y entendiendo, finalmente, que todo lo que le pidamos nos será concedido en el tiempo, modo y lugar que Él ya planeó para nuestras vidas. 2 Pedro 3:8 (NVI) Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”.
En el último año, incluso un poco antes, he sido testigo de cómo Dios bendice mi vida. Mientras conquistaba a mi esposa un día imaginé la foto final de nuestro amor. Lo que vino a mi mente ese día fue verla entrando a la iglesia vestida de blanco, llevada por su papá. Vi cómo se acercaba a mí y nos casábamos, conformando una hermosa familia. Quiero contarte que ni siquiera éramos novios cuando escribí lo que vi y se lo envié a su oficina. Esta experiencia, le dio visión a mi relación con ella, me hizo vivir la mejor de las historias de amor y por esto, estoy plenamente agradecido con Dios. Todo ocurrió como lo imaginé y hasta mejor, pues tal como lo dice uno de mis más grandes mentores y pastor, Andrés Corson, “Si lo puedes ver, lo puedes tener”.
Otra de mis experiencias fue viajar con mi esposa a Europa. Aunque ya había ido quise poner en práctica la visualización y enseñárselo a ella. Durante varios días la tomé de la mano y caminando en la calle le decía: “Imagina que vamos por las calles de París, estos son los campos Elíseos y allá al fondo se ve el Arco del Triunfo. Imagina el olor de París. Escucha a las personas hablar en otros idiomas. Imagina que estamos en Italia, esto es la Toscana y allí se ven los viñedos. Siente el sabor del vino, etc., etc.”
Así también diseñamos un plan, porque te quiero contar que mi esposa es la mejor haciendo planes o como lo llaman en las 21 Leyes Irrefutables de Liderazgo de Maxwell, es la mejor líder navegante que pueda conocer y esté tan cerca de mí. Hace dos meses cumplimos esa meta y obtuvimos mucho más de lo que visualizamos. Estuvimos en más países y ella comprendió muy bien el poder que tuvo lo que hacíamos, aunque en algún momento sonara ridículo.
Cuando compramos nuestro apartamento, en el que actualmente vivimos, individualmente soñé y visualicé el apartamento que quería para vivir con mi esposa. Me imaginé un millón de veces cuando nos entregaran las llaves y abriéramos por primera vez la puerta. Me proyecté grabando ese momento y la felicidad de mi esposa. Ese momento llegó en Marzo de este año y no te imaginas lo que se siente! Es una gran experiencia y siento mucha felicidad cada vez que lo recuerdo.
Para cerrar te cuento que sigo visualizando muchas cosas. Desde un automóvil hasta el día en que suba a una tarima de un lugar repleto de gente aplaudiendo y esperando que les enseñe todo lo que Dios ha puesto en mi corazón para enseñarles. ¡Todo! Todo me lo imagino y me estoy preparando para cuando llegue cada uno de esos momentos.
Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer este blog y compártelo si te gustó. Puede que a otras personas les ayude también mucho. ¡Déjame tus comentarios!
¡Bendiciones emprendedor!
Escrito por David Andrés Rincón para www.conectadosconcristo.com