TEXTO BÍBLICO

“Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí”.

(2 Corintios 12:9 NTV)

REFLEXIÓN

Para una mujer que ha tenido que enfrentar desprecio, rechazo, abandono, un divorcio y maltrato a lo largo de su vida y que siendo madre cabeza de familia de dos hermosas princesas, ha renacido de las cenizas no una, sino varias veces por la gracia de Dios; es difícil reconocerse débil en ciertas circunstancias. Como la chica super poderosa que me creo y hoy, conocedora del poder de Dios sé que los problemas pueden derribarme, más no destruirme.

Cuando he sido retada a superar este tipo de pruebas he logrado salir adelante; sin embargo, debo reconocer que no ha sido fácil y que he necesitado del acompañamiento constante del Señor, para recordarme que soy fuerte, valiente, amada y que sin importar mi destino, Él es mi fiel compañero.

La gracia de Dios es la que me ha permitido mantenerme en pie. El reconocerme imperfecta, débil e imposibilitada para tener el control de absolutamente todo es lo que ha permitido el actuar del Señor a través de mí. Decir que YO todo lo puedo, es un absurdo, lo verdaderamente asertivo es repetir las veces que sea necesario que TODO lo puedo si Él está conmigo, que TODO lo puedo en Cristo que me fortalece.

Dios hace maravillas en nosotros cuando dejamos el orgullo a un lado y cuando dejas de actuar en tus fuerzas. Hoy te invito a reconocer delante de Él, que lo necesitas para alcanzar tus metas o hallar paz en medio de tus tormentas. Aparta 3 minutos de tu día para conversar con Él acerca de lo que hoy te roba la tranquilidad y entrégale en oración tus cargas y decisiones, reconociendo que Él no necesita tu ayuda humana para hacer lo que debe hacer, sino tu confianza en su gran poder.

Alabanza sugerida

Canción: Por Siempre (Cover) / Janaimar

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OREMOS

Señor soy débil y mi anhelo de controlar todo a mi alrededor ha producido en mi cansancio y agotamiento. Levanta mis brazos padre amado, en estos momentos estoy pasando por (cuéntale) y necesito de tu guía e intervención para sentirme seguro durante el proceso. Abrígame bajo tus alas, resguardame de la tempestad que hoy hay en mi vida. Ayúdame a tomar las mejores decisiones en pro del bienestar de mi familia.Te alabo y te bendigo, en el nombre de tu hijo amado Jesús, amén y amén.