TEXTO BÍBLICO

Isaías 30:6-17 (NVI)
 
“6 Esta es la sentencia que se ha dictado contra los animales del Néguev:

Por tierra de dificultades y angustias,
de leones y leonas,
de víboras y serpientes voladoras,
llevan ellos a lomo de burro
las riquezas de esa nación inútil,
y sus tesoros, a lomo de camello.
7 La ayuda de Egipto no sirve para nada;
por eso la llamo: «Rahab, la inmóvil».

8 Anda, pues, delante de ellos,
y grábalo en una tablilla.
Escríbelo en un rollo de cuero,
para que en los días venideros
quede como un testimonio eterno.
9 Porque este es un pueblo rebelde;
son hijos engañosos,
hijos que no quieren escuchar
la ley del Señor.
10 A los videntes les dicen:
«¡No tengan más visiones!»,
y a los profetas:
«¡No nos sigan profetizando la verdad!
Dígannos cosas agradables,
profeticen ilusiones.
11 ¡Apártense del camino,
retírense de esta senda,
y dejen de enfrentarnos
con el Santo de Israel!»

12 Así dice el Santo de Israel:

«Ustedes han rechazado esta palabra;
han confiado en la opresión y en la perversidad,
y se han apoyado en ellas.
13 Por eso su iniquidad se alzará frente a ustedes
como un muro alto y agrietado,
a punto de derrumbarse:
¡de repente, en un instante, se desplomará!
14 Su iniquidad quedará hecha pedazos,
hecha añicos sin piedad, como vasija de barro:
ni uno solo de sus pedazos servirá
para sacar brasas del fuego
ni agua de una cisterna».

15 Porque así dice el Señor omnipotente, el Santo de Israel:

«En el arrepentimiento y la calma está su salvación,
en la serenidad y la confianza está su fuerza,
¡pero ustedes no lo quieren reconocer!
16 Se resisten y dicen: “Huiremos a caballo”.
¡Por eso, así tendrán que huir!
Dicen: “Cabalgaremos sobre caballos veloces”.
¡Por eso, veloces serán sus perseguidores!
17 Ante la amenaza de uno solo,
mil de ustedes saldrán huyendo;
ante la amenaza de cinco,
huirán todos ustedes.
Quedarán abandonados
como un mástil en la cima de una montaña,
como una señal sobre una colina».

REFLEXIÓN

Portadores de grandes tesoros

Somos portadores de los más grandes tesoros del cielo; Dios nos ha provisto de dones, talentos, habilidades, inteligencia, cualidades y defectos que nos hacen diferentes y merecedores de grandes bendiciones, si desarrollamos la capacidad de usarlos para el bien de quienes nos rodean.

Muchas veces subestimamos el poder del Señor en nosotros; vendemos al mejor postor nuestra dignidad de hijos, nos enfrentamos voluntariamente a peligros innecesarios y conociendo su verdad, decidimos aceptar la ayuda de aquellos que son usados por satanás para hacernos tropezar.

Podemos optar por ignorar a Dios en nuestras más importantes decisiones de vida, quizás el enemigo piense que ha ganado la batalla, pero Dios es mucho más grande y fuerte y no se amedrenta ante las provocaciones y trampas de satanás. El Señor ama a sus hijos y cuida de ellos, los acompaña en cada paso que dan y aunque en su rebeldía rechazan su guía, el no los deja solos en medio de las tribulaciones producto de sus acciones falta de sabiduría.

En su amor, Dios nos disciplina. No podemos esperar bendición, cuando atraemos maldiciones en medio de nuestra desobediencia. Despreciamos las advertencias que a diario Dios nos hace, cerramos nuestros oídos a su voz, creemos las mentiras del mundo, cedemos ante la tentación, se nos rompe el alma y culpamos al Señor por no obtener lo que anhelamos.

Ha llegado el momento de hacer lo correcto, de renunciar al estilo de vida que hasta ahora solo te ha producido sufrimiento. Has probado de todo, menos una vida sometida a la voluntad de un Dios bueno; Él no te defraudará y en tu proceso de restauración, te dará la recompensa que tanto has esperado; y cuando te de a conocer sus planes jamás querrás volver atrás, sino por el contrario, seguirás avanzando hasta poder levantar los brazos como señal de victoria.

Alabanza sugerida

Canción: Te dejo ganar – Jesús Adrián Romero

Ver video aquí: https://bit.ly/1P4xf1U

OREMOS

Señor háblame y déjame conocer tus planes para mi vida. Dame la esperanza plena de poder hallar paz en la obediencia. Me es difícil cambiar de un día para otro aquellos comportamientos que de alguna manera me separan de ti y te pido que tengas piedad y misericordia y me protejas de mis malas decisiones; ayúdame padre amado a dejar mi pasado atrás y a dar paso a una nueva vida en la que pueda darte gloria y honra en cada una de mis acciones. En el nombre de Jesús y bajo la unción de su Santo Espíritu, clamo por tu presencia, amén y amén.