«El SEÑOR le ordenó a Moisés 2 que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien viole inadvertidamente cualquiera de los mandamientos del SEÑOR, e incurra en algo que esté prohibido, se procederá de la siguiente manera: El sacrificio expiatorio por el pecado del sacerdote 3 »Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo con ello culpable al pueblo, deberá ofrecer al SEÑOR, como sacrificio expiatorio por su pecado, un novillo sin defecto. 4 Llevará el novillo ante el SEÑOR, a la entrada de la Tienda de reunión, e impondrá la mano sobre la cabeza del novillo, al que degollará en presencia del SEÑOR. 5 El sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. 6 Mojará el dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario, en presencia del SEÑOR. 7 Después el sacerdote untará un poco de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático, que está ante el SEÑOR, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión. 8 Luego, al novillo del sacrificio expiatorio le sacará toda la grasa que recubre los intestinos, y la que se adhiere a éstos, 9 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones. 10 Esto se hará tal y como se saca la grasa de la res para el sacrificio de comunión. Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar del holocausto, 11 pero sacará del campamento la piel y toda la carne del novillo, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y el excremento. 12 Todo esto, es decir, el resto del novillo, lo sacará del campamento y lo llevará a un lugar ritualmente puro, al vertedero de la ceniza, y dejará que se consuma sobre la leña encendida. Sobre el vertedero de la ceniza se consumirá. El sacrificio expiatorio por el pecado de la comunidad 13 »Si la que peca inadvertidamente es toda la comunidad de Israel, toda la asamblea será culpable de haber hecho algo que los mandamientos del SEÑOR prohíben. 14 Cuando la asamblea se dé cuenta del pecado que ha cometido, deberá ofrecer un novillo como sacrificio expiatorio. Lo llevarán a la Tienda de reunión, 15 y allí, en presencia del SEÑOR, los ancianos de la comunidad impondrán las manos sobre la cabeza del novillo y lo degollarán. 16 Luego el sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión. 17 Mojará el dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina en presencia del SEÑOR. 18 Después untará un poco de la sangre en los cuernos del altar, que está ante el SEÑOR, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión, 19 y sacará del animal toda la grasa, quemándola en el altar. 20 Se hará con este novillo lo mismo que se hace con el de la ofrenda expiatoria. Así el sacerdote hará expiación por ellos, y serán perdonados. 21 Luego sacará del campamento el resto del novillo y dejará que se consuma en el fuego, como el otro. Éste es el sacrificio expiatorio por la asamblea. El sacrificio expiatorio por el pecado de un gobernante 22 »Si el que peca inadvertidamente es uno de los gobernantes, e incurre en algo que los mandamientos del SEÑOR su Dios prohíben, será culpable. 23 Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda un macho cabrío sin defecto, 24 pondrá la mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en presencia del SEÑOR, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es un sacrificio expiatorio. 25 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio expiatorio y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar del holocausto el resto de la sangre. 26 Toda la grasa del animal la quemará en el altar, tal como se hace con el sacrificio de comunión. Así el sacerdote hará expiación por el pecado del gobernante, y su pecado le será perdonado. El sacrificio expiatorio por el pecado de un miembro del pueblo 27 »Si el que peca inadvertidamente es alguien del pueblo, e incurre en algo que los mandamientos del SEÑOR prohíben, será culpable. 28 Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda por su pecado una cabra sin defecto. 29 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal, y lo degollará en el lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. 30 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará el resto de la sangre al pie del altar. 31 Luego le sacará al animal toda la grasa, tal y como se le saca la grasa al sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará toda en el altar, como aroma grato al SEÑOR. Así el sacerdote hará expiación por él, y su pecado le será perdonado. 32 »Si la persona ofrece como sacrificio expiatorio un cordero, deberá presentar una hembra sin defecto. 33 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal, y lo degollará como sacrificio expiatorio en el lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. 34 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio expiatorio y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar el resto de la sangre. 35 Luego le sacará al animal toda la grasa, tal y como se le saca la grasa al cordero del sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará en el altar sobre la ofrenda presentada por fuego al SEÑOR. Así el sacerdote hará expiación por esa persona, y el pecado que haya cometido le será perdonado.» El pecado no tiene favoritismos, es una decisión personal; A veces se comete de manera involuntaria, pero es más grave cuando lo hacemos conscientemente, sin importarnos sus consecuencias a pesar de ser modelo y ejemplo para la comunidad. El señor busca en nosotros arrepentimiento cuando le hemos fallado, que tengamos la valentía de reconocer nuestros errores delante de Él, con un corazón dispuesto a nunca más, volver a cometer aquello que le ha ofendido. En el cielo no hay burocracias, todos somos iguales para Él, es tan culpable aquel que lo comete, como aquel que con su dedo índice señala constantemente las fallas de los demás antes que las propias. Sí Dios te ha dado la responsabilidad de ser guía para una comunidad en general, te exige un nivel mucho más alto de integridad en todo sentido, ser ejemplo, testimonio vivo de su presencia en tu vida, para que seas esperanza para otros a través del cumplimiento de cada uno de sus mandamientos. Eres quien hala la cuerda para que otros conozcan el amor de Dios a través de ti, así que deberás esforzarte mucho más de lo que lo has hecho hasta ahora. Si tu posición dentro de la iglesia es la de un asistente o un creyente del común, tu responsabilidad radica en levantar con oración a tus líderes espirituales y tus gobernantes, necesitan de tu apoyo para enfrentar los difíciles retos que enfrentan cada día. No es fácil llevar la carga de miles de personas sobre la espalda, decir no a las tentaciones y dar testimonio de la presencia de Dios en sus vidas. Por eso es necesario que no los dejemos solos en la lucha de hacer de éste mundo uno mejor. Es importante que los respaldemos elevando plegarias al cielo, para que Dios los proteja de todo mal, de la corrupción del poder, la opulencia del dinero, el orgullo, la arrogancia y todo aquello que el mundo les ofrece a cambio de su dignidad como hijos de Dios. Padre amado, nuestros líderes y gobernantes, fueron puestos en esa posición por ti, perdónanos por invalidar tu soberanía en éste mundo, con nuestras quejas, señalamientos y juicios implacables, hacia su comportamiento. Perdónanos por creernos con el derecho de condenarlos sin mirar primero lo más profundo de nuestro corazón. Hoy, te pedimos por nuestro país, nuestra ciudad y nuestra iglesia, para que habite tu Santo Espíritu en cada uno de ellos y sean transformados por tu amor. Somos más que vencedores en tu nombre y declaramos victoria por el bien de todos tus hijos. En el nombre de Jesús, amén.Texto Bíblico
Levítico 4 (NVI)
El sacrificio expiatorio
Reflexión
Posición de liderazgo
Buscamos perfección en sacerdotes, líderes, pastores, los demás miembros de la congregación y en nuestros gobernantes, esperamos que nunca fallen olvidando que son seres humanos al igual que nosotros, expuestos a tentaciones, a ser criticados, censurados y señalados, porque creemos que por tener esa posición, tienen prohibido cometer pecado alguno y deben ser un dechado de virtudes y bondades.
Oremos