TEXTO BÍBLICO
Proverbios 1:1-7 (NVI)
Prólogo: Propósito y tema
“1 Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel:
2 para adquirir sabiduría y disciplina;
para discernir palabras de inteligencia;
3 para recibir la corrección que dan la prudencia,
la rectitud, la justicia y la equidad;
4 para infundir sagacidad en los inexpertos,
conocimiento y discreción en los jóvenes.
5 Escuche esto el sabio, y aumente su saber;
reciba dirección el entendido,
6 para discernir el proverbio y la parábola,
los dichos de los sabios y sus enigmas.
7 El temor del Señor es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.”
REFLEXIÓN
Proverbios
El libro de Proverbios, es una guía práctica sobre cómo conducirnos en diferentes situaciones de la vida. Podríamos pensar que es pura teoría y que no tiene validez, teniendo en cuenta que las decisiones son personales y que cada uno actúa conforme a sus creencias, principios y valores; sin embargo, en este libro encontramos una herencia mucho más valiosa para el hombre que las cosas materiales, son las respuestas sobre qué, cómo, cuándo, dónde, porqué y para qué, hacer las cosas correctas delante del Señor.
Analicemos los diferentes conceptos que enmarcan el desarrollo de este libro. Al seguir los consejos que allí se encuentran, podremos obtener:
1. Sabiduría: Destreza adquirida a través de la obediencia. Consiste en cumplir los mandatos y designios del Señor, en nuestro intento por alcanzar el éxito en todas las áreas de nuestra vida. Proviene de Dios, por eso debemos permanecer alineados a su voluntad, a fin de recibir su instrucción.
2. Disciplina: Es diferente al juicio y el castigo. Es el entrenamiento moral que incluye aspectos más positivos que negativos. Al recibirla con humildad de corazón, nuestro crecimiento espiritual será evidente y el creyente, podrá apropiarse del dominio propio del cual ha sido provisto desde antes de su nacimiento. Su aplicación, da como fruto paz y rectitud.
3. Corrección: Es el proceso mediante el cual el Señor moldea nuestro carácter y nos conduce a depender únicamente de Él, a fin de adquirir madurez espiritual y acrecentar nuestra confianza en su gran poder.
4. Rectitud, justicia y equidad: Saber qué hacer y cómo actuar, de tal manera que honremos a Dios y le demos honor a su Santo nombre. Mantener nuestra mirada fija en él, con el propósito de tomar decisiones acertadas. Hacer lo correcto delante de Él, sin importar las consecuencias, es darle la prioridad antes que a nuestros propios intereses carnales. Hacer el bien y no el mal a nuestros semejantes.
5. Conocimiento: Entendimiento intelectual de lo que Dios nos quiere revelar a través de su palabra. Implica una real conexión con el Espíritu del Señor. Es conocer sus planes, su propósito, sus sentimientos y su esencia, mediante sus mandatos.
6. Discernimiento: Capacidad para distinguir lo bueno de lo malo, lo positivo de lo negativo, la bondad de la maldad. Es la cualidad o la capacidad, de ver, captar o comprender lo que está oscuro o percibir lo que no es evidente de manera natural y de aprender a escuchar la voz del Espíritu Santo en dicho proceso.
7. Temor del Señor: Actitud de respeto y reverencia que conducen a la obediencia. Cuando tenemos presente a Dios en nuestras decisiones, su respaldo conduce a la santidad e integridad y por ende a nuestro bienestar.
Como te puedes dar cuenta, el libro de Proverbios, no es solo un conjunto de dichos que puedes usar al azar, para contravenir alguna cosa en tu vida. No es un compendio de reglas únicamente, sino son los parámetros que debemos seguir para tener una vida de éxito. Al estudiarlo y aplicarlo, el Señor se irá perfeccionando en cada uno de nosotros y seremos transformados, en la persona que Él quiere que lleguemos a ser.
Alabanza sugerida
Canción: Dame más sabiduría – Marcos Witt
Ver video aquí: http://bit.ly/2BeXTmc
OREMOS
Amado Señor, instrúyeme en tu justicia y tu verdad. Guía mis pasos por senderos seguros y ayúdame a entender tus planes y propósitos para mi vida. Te amo mi Dios y anhelo conocerte más, para dar fruto perdurable que te de honor y gloria. En el nombre de Jesús, me dispongo a tu disciplina y corrección a través de mi obediencia; amén.