TEXTO BÍBLICO
Proverbios 3: 21 – 35 NVI
“Hijo mío, conserva el buen juicio;
no pierdas de vista la discreción.
22 Te serán fuente de vida,
te adornarán como un collar.
23 Podrás recorrer tranquilo tu camino,
y tus pies no tropezarán.
24 Al acostarte, no tendrás temor alguno;
te acostarás y dormirás tranquilo.
25 No temerás ningún desastre repentino,
ni la desgracia que sobreviene a los impíos.
26 Porque el Señor estará siempre a tu lado
y te librará de caer en la trampa.
27 No niegues un favor a quien te lo pida
si en tu mano está el otorgarlo.
28 Nunca digas a tu prójimo:
«Vuelve más tarde; te ayudaré mañana»,
si hoy tienes con qué ayudarlo.
29 No urdas el mal contra tu prójimo,
contra el que ha puesto en ti su confianza.
30 No entres en pleito con nadie
que no te haya hecho ningún daño.
31 No envidies a los violentos,
ni optes por andar en sus caminos.
32 Porque el Señor aborrece al perverso,
pero al íntegro le brinda su amistad.
33 La maldición del Señor cae sobre la casa del malvado;
su bendición, sobre el hogar de los justos.
34 El Señor se burla de los burlones,
pero muestra su favor a los humildes.
35 Los sabios son dignos de honra,
pero los necios solo merecen deshonra.”
REFLEXIÓN
Prudente y radical
Puedo decirles con toda seguridad, que no soy una mujer propiamente prudente. Mi personalidad, abierta y descomplicada, me ha hecho tropezar varias veces; razón por la cual, el Señor ha tenido que dedicar un poco más de tiempo, a moldear esa característica de mi carácter. Somos seres humanos en proceso de transformación, pero es sólo nuestra confianza en Dios y la decisión de ser radicales en cambiar, lo que nos permitirá obtener resultados que impacten nuestro entorno de manera positiva.
Ser reservada, no hablar más de la cuenta y tener tacto al hablar, no es mi virtud más arraigada; es más, mi tono de voz no me ayuda, pero no existe excusa alguna delante del Señor, para edificar y animar cuando es necesario y callar cuando las circunstancias así lo ameriten; Él nos ha llamado a seguir el ejemplo de su hijo, conservar el buen juicio ante las dificultades y a mantenernos ecuánimes y tranquilos ante el ambiente hostil, con el único objetivo de garantizar nuestra paz y tranquilidad.
Cuando ponemos filtro a nuestras palabras y acciones, podemos dormir tranquilos. Como cristianos tendemos a exhortar y a decir ‘Dios te manda a decir’ a quien se nos cruce por el frente, quizás con la mejor intención, pero debemos tener mucho cuidado de usar el nombre del Señor a la ligera y dar consejos inadecuados e incorrectos; al hacerlo, es importante tener en cuenta que es tu responsabilidad dar consejos alineados a la palabra de Dios, con la sensatez requerida para guiar y orientar sin dejarnos dominar por nuestras emociones y opiniones personales.
Ser bondadoso, generoso, amable, tener actitud de servicio y evitar las confrontaciones, traerá muchas más bendiciones a tu vida, que demostrarle al mundo qué tan fuerte y sabio eres. Honra a Dios en TODO y el te honrará a ti en cada paso que des. Es una relación ganar – ganar y de dar para recibir.
Alabanza sugerida
Canción: Aprendí – Jah Love
Ver video aquí: http://bit.ly/2sz1gSm
OREMOS
Amado Señor, pon filtro a mi boca y envía a tu Santo Espíritu, para que pueda caminar en senderos de justicia, hablando sólo lo que me has ordenado decir y haciendo lo necesario para honrarte en todo lo que haga. Has de la prudencia y la sensatez mi mayor virtud. Que no sea yo partícipe de conversaciones necias, cuídame de dar consejos errados y de usar tu nombre a la ligera, haciéndome llamar cristiano(a) sin dar un testimonio real de tu presencia en mi vida. En el nombre de Jesús, decido darte honra con mis pensamientos y acciones, amén.