Luego Jacob hizo el siguiente voto: Si DIOS en verdad está conmigo y me protege en este viaje, y si ÉL me provee de comida y de ropa, y si yo regreso sano y salvo a casa de mi padre, entonces el SEÑOR ciertamente será mi DIOS. Y esta piedra que levanté como columna conmemorativa será un lugar de adoración a DIOS, y yo le daré a DIOS una décima parte de todo lo que ÉL me dé

(Génesis 28:20-22 NVI)

Debo confesar que uno de los asuntos que más costó dentro de mi proceso de transformación fue el diezmo, como economista pensaba que en el pasado abundaban las cabras y los bueyes, que los recursos pasados eran ilimitados, y como la catástrofe Malthusiana no se había proclamado, el diezmo era financieramente viable; estaba convencido que era algo del viejo testamento, que nada tenía que ver con los tiempos modernos.

ecuacion

«La catástrofe Malthusiana confirma que la población crece exponencialmente y los recursos de manera aritmética, lo que provocará en el futuro un colapso que llevará a la humanidad a la extinción.»

Pero como suelo decir, lo insubstancial y confuso es oscuridad y ésta proviene del diablo, la iluminación llegó con la simpleza de una fábula administrativa, la historia del cerdito y la gallina que ponen en producción una empresa de huevos con tocino, me hizo entender la diferencia entre involucrarme y comprometerme. Cuando mi pellejo está en juego, realmente estoy comprometido.

Como observador de las actitudes de los consumidores, he visto que las personas gastan su dinero en lo que es imperativo o realmente les importa, así que las mujeres aparte de pagar sus cuentas y los impuestos gastan fortunas en ropa, maquillaje y todo lo que las haga ver y sentir más bonitas; sólo por ilustrar con un ejemplo y por generalizar algunos comportamientos. Nada personal chicas.

Si realmente amo a DIOS y su causa, la pregunta entonces sería: ¿Qué me impide a mí comprometer mis recursos para la construcción de su reino?, la respuesta tiene varios matices, pero creo que se resume en “estoy involucrado con DIOS pero no comprometido”, dicho de otro modo, soy la gallinita de la historia, tal vez ofrezca algunos de mis huevitos para la empresa. Eso sí, no olviden que quiero participar de las utilidades.

Como seres humanos estamos más dispuestos a recibir que a dar, porque aunque intentemos negarlo la posición más cómoda es la que más nos gusta, de cierta manera no está mal sentirnos amados, pero la misión que nuestro PADRE nos ha dado es amar y dar es amar, amar hasta que duela, porque duele de eso sí puedo dar fe y testimonio.

DIOS quiere que prosperes y utilices lo que ÉL te da para compartirlo, es una forma de subir la montaña como Abraham a sacrificar a Isaac, es demostrarle al SEÑOR que estoy dispuesto a lo que sea por amor a ÉL, y como nuestro PADRE es fuente inagotable de amor, nos dirá que no lo sacrifiquemos que ha sido testigo de nuestra confianza en ÉL, lo que llevemos a ese altar ÉL lo multiplicará abundantemente porque ha visto nuestra disposición.

Las ecuaciones con ÉL no funcionan, las matemáticas de DIOS son diferentes, él promete prosperarnos y bendecirnos con abundancia si le damos sólo una parte de lo que nos brinda como fruto de nuestro trabajo, pero más allá de la bendición nuestra motivación debe ser la obediencia, el compromiso, el respeto y el amor que sentimos hacia ÉL. Las motivaciones correctas son las que activan las bendiciones del cielo.

100 – 10 = 200

«Ecuación del diezmo, probada por aquellos hijos que ejercitan su fe»

Así como Jacob, debemos crear un compromiso con DIOS y su reino, esforzarnos por apoyar la obra y hacer lo posible por extender el nombre de JESÚS hasta los confines de la tierra, es nuestro deber hacer que el mensaje de salvación llegue a buen recaudo y a los lugares más recónditos, pues debemos asegurarnos de salvar y sanar la tierra, y con ella a todos nuestros hermanos.

Así fue como pude entender cómo funciona el asunto del diezmo, a DIOS no le interesan nuestras migajas cuando es dueño del universo, pero ÉL quiere menos razón y más fe, menos egoísmo y más generosidad, menos indiferencia y más amor, menos involucramiento y más compromiso. Es una forma de abandonar mis deseos y morir a ellos para permitirle a DIOS que me use como extensión de sus manos para bendecir a otros.

Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.

Y todas las naciones os llamarán bienaventurados, porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”.

(Malaquías 3:10-12 RVR 1960)

Escrito por Mr. Cesos para www.conectadosconcristo.com