“En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza”
Efesios 2:12 (NTV)

Los antes y después en la vida de un cristiano son constantes. En mi caso, tuve mi primer punto de inflexión cuando conocí de Jesús y en mi caminar con Él, he comprendido que en cada prueba, cada desierto y cada ardua carrera emprendida en contra de la adversidad, no solo he encontrado victorias absolutas, sino otros “momentos de no retorno” en donde el Señor ha trabajado sin parar en mi madurez espiritual, mi crecimiento personal y profesional y en mi carácter.

Cada proceso es diferente. Es indudable que las expectativas de vida que cada uno poseemos nos marcan el principio y el final de las motivaciones que nos llevan a cumplir u olvidar los sueños que desde niños hemos querido lograr; sin embargo, lo que marca la diferencia en este asunto y que nos acerca o aleja de la meta, son las buenas o malas decisiones que tomamos.

En mi pasado soñé con ser profesional, casarme, tener hijos y llegar a viejita junto al hombre que yo elegí sin preguntarle a Dios. Posteriormente, el Señor hizo todo nuevo, me concedió ser esposa de la persona que Él eligió para mi, restaurando y restituyendo mi corazón; Jesús es el centro de nuestra familia y aunque no es perfecta, Dios guía nuestro camino y nos ayuda a rectificarlo cuando nos desviamos de su plan original.

En mi área laboral he experimentado momentos complicados, pero en medio del caos Dios siempre ha estado conmigo. Con frecuencia en las empresas se trabaja en ambientes que pueden tornarse hostiles y tienes dos opciones para superarlos: te hundes en el fango de la desesperanza y la auto conmiseración, olvidándote del Señor porque estás muy ocupado batallando contra el mundo y no hay tiempo para Él o te conviertes en sal y luz demostrando que eres un(a) hijo(a) de Dios que cree en la fortaleza y protección que Él te ofrece cada mañana. Es en medio del desierto que podemos darnos la oportunidad de hablar con Él y preguntarle sobre lo que nos quiere enseñar y se nos concede la opción de aprender de cada circunstancia con el firme propósito de no cometer los mismos errores en el futuro.

Conocí del Señor en una iglesia maravillosa en la que me enseñaron acerca de Él y su palabra y tuve el privilegio de compartir con amigos y pastores dignos de mi total admiración, pero en pro de continuar mi proceso de formación, fui movida a un nuevo lugar en el que tengo la responsabilidad de seguir cultivando mi llamado.

Cada punto de inflexión en retrospectiva ha significado dolor, tristeza y un esfuerzo sobrenatural de mi parte por no derrumbarme, pero también ha fortalecido mi relación con el Señor, me ha dado una perspectiva diferente, ha moldeado mi carácter y me ha hecho radical con mis convicciones, expectativas y principios.

Recordar y no olvidar es la clave. Dios ha estado presente en lo bueno pero también en lo malo. Si hoy te encuentras en pie después de una o varias duras batallas, te aseguro que ya no eres la misma persona, quizás te sientas agotado(a), agobiado(a) y sin fuerzas, pero tienes la satisfacción de tomar nuevas decisiones de la mano de Dios en las que puedes dar gracias por lo aprendido en el proceso, resarcir el daño que hayas hecho, perdonar a aquellos que te lo causaron a ti y avanzar hacia un nuevo nivel en el que alcanzar la felicidad no sea una ilusión, sino la más hermosa realidad.

La voluntad de Dios para aquellos que lo aman es buena agradable y perfecta, nos da paz, alegría y tranquilidad y proporciona una esperanza constante de victoria que antes no conocíamos.

“También pedimos que se fortalezcan con todo el glorioso poder de Dios para que tengan toda la constancia y la paciencia que necesitan. Mi deseo es que estén llenos de alegría y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz.”
(Colosenses 1:11-12 NTV)

Escrito por Lilo de Sierra para www.conectadosconcristo.com