«¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios»
1 Corintios 6:19-20 (NVI)
Ya estamos en un increíble noviazgo, pero, ¿qué es esto que estoy sintiendo? nuestros cuerpos se estremecen al vernos y no es de la misma forma como pasaba antes, esto es algo más intenso para nosotros; la respuesta a estos comentarios que hemos escuchado es solamente una «tu libido aumenta» cuando nos referimos a libido, estamos hablando de que tu deseo sexual, se ve afectado por la atracción hacia tu pareja. Esto no es malo, al contrario es muy bueno. Dios diseño el sexo como un acto de bendición entre una pareja heterosexual, en un momento especifico en sus vidas, pero espera, no es malo, siempre y cuando sea en el tiempo que Dios diseñó para ustedes, y se llama matrimonio, aclaramos, no antes.
¿Cómo así? Entonces no puedo disfrutar de mi sexualidad. La verdad no te va a gustar: NO, tu sexualidad ha sido diseñada para compartir con una persona especial, en un matrimonio, y dentro de la voluntad de Dios.
¡Pero, es que nos cuesta!, nosotros los entendemos. Vivimos en un bombardeo constante, que nos habla precisamente de una liberación juvenil en todos los aspectos de nuestras vidas, y el sexo es uno de los temas más vendidos, pero podemos decirte que en medio de todo esto hay soluciones sencillas y bíblicas que puedes realizar, y que en nuestro maravilloso noviazgo han funcionado para no ceder tan fácil a esa tentación tan agradable.
Primero, es que como decíamos en el artículo anterior (https://conectadosconcristo.com/y-ahora-que/) tu noviazgo tiene un propósito mayor y es un matrimonio para Dios, y si esto es así, quieres hacer las cosas para Dios y no para las personas, y tu relación se convierte en un testimonio de vida para Cristo, entonces la solución es que recuerdes que tu noviazgo es para Dios.
Segundo, es que nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1 corintios 6:19-20 NVI) y cuando nos referimos templo, estamos hablando de que el espíritu de Dios habita en ti, por esta razón, la solución es simple, honremos a Dios con nuestro cuerpo, porque él se merece toda la honra.
Tercero, la oración es diseñada para obtener victoria y hacerlo en pareja, te acerca más que una relación sexual, así que, declara con fe y delante de la presencia de Dios, que tú y tu pareja tienen dominio propio (1 timoteo 1:7 NVI) y que no hay tentación más grande de lo que ustedes juntos puedan soportar, siempre de la mano de Dios (1 corintios 10: 13 NVI)
Cuarto, muchas veces estamos en esos momentos en que sentimos que no vamos a resistir, y aunque no lo creas, hay batallas que se ganan «huyendo» ¿qué, pero, no se supone que debo enfrentarme a mis gigantes? Sí, pero muchas veces la forma correcta de vencerlos es huyendo, tenemos el ejemplo de José, cuando es tentado por la esposa de Potifar, rogando que se acostara con ella, y José en vez de ceder, decide salir corriendo para no deshonrar el nombre de Dios (génesis 39: 7-12 NVI) la solución es huir.
Quinto, ayunar en pareja es una opción muy viable, Dios te da ésta herramienta para que construyan sus bases sobre la roca y no sobre barro, así que si requieren de fortaleza, ayunen.
Sexto, recuerda cuan agradable eres para los ojos de Dios, él te creó a su imagen y semejanza y de eso no debes tener duda, tu eres hijo(a) de Dios y eso te da una relación directa con tu padre y te permite tener todo lo grande que él ha creado para ti; Jesús ya hizo todo por ti, simplemente créelo, cree en las herramientas que Dios te ha dado e impleméntalas.
Y para finalizar, sabemos que no es fácil, y que habrán momentos en que no sepan cómo deben actuar, o estarán confundidos, o simplemente sentirán que son débiles, pero deben decidir empezar desde ceros y buscar las soluciones al respecto, es más fácil caer, porque no te pide ningún sacrificio, pero que bonito es cuando escogemos el camino del Señor y decidimos creer.
El sexo es una bendición de Dios, solo espera tu tiempo, aguanta un poco más, y piensa que ya has aguantado mucho, te queda poco, y Dios bendice a los pacientes y a los que lo honran, ese eres tú, ya llegará tu momento.
«Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo»
Juan 16:33 (NVI)
Escrito para www.conectadosconcristo.com