TEXTO BÍBLICO

Salmos 92

Salmo para cantarse en sábado.

92 ¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias
y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre;
2 proclamar tu gran amor por la mañana,
y tu fidelidad por la noche,
3 al son del decacordio y de la lira;
al son del arpa y del salterio!

4 Tú, Señor, me llenas de alegría con tus maravillas;
por eso alabaré jubiloso las obras de tus manos.
5 Oh Señor, ¡cuán imponentes son tus obras,
y cuán profundos tus pensamientos!
6 Los insensatos no lo saben,
los necios no lo entienden:
7 aunque broten como hierba los impíos,
y florezcan todos los malhechores,
para siempre serán destruidos.
8     Solo tú, Señor, serás exaltado para siempre.

9 Ciertamente tus enemigos, Señor,
ciertamente tus enemigos perecerán;
¡dispersados por todas partes
serán todos los malhechores!

10 Me has dado las fuerzas de un toro;
me has ungido con el mejor perfume.
11 Me has hecho ver la caída de mis adversarios
y oír la derrota de mis malvados enemigos.

12 Como palmeras florecen los justos;
como cedros del Líbano crecen.
13 Plantados en la casa del Señor,
florecen en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en su vejez, darán fruto;
siempre estarán vigorosos y lozanos,
15 para proclamar: «El Señor es justo;
él es mi Roca, y en él no hay injusticia».

REFLEXIÓN

Relación de amor con un Dios real

Revisemos el significado de las palabras devoción y devoto.  Devoción significa  demostrar a través de nuestras acciones, admiración hacia las cosas de Dios, contemplación de sus maravillas y dedicación en nuestra mente y corazón a Él, mediante del estudio y la práctica de sus enseñanzas y un servicio en santidad con integridad. Devoto, es aquel que rinde culto y adoración a Dios, haciendo lo correcto ante sus ojos, propendiendo cada día por hacer el bien para honrar su nombre y que busca constantemente agradarle al Señor en todas las dimensiones de su vida.

Ahora bien, cuando hablamos de un devocional, no es simplemente leer la Biblia, la reflexión y hacer una oración. Es disfrutar al máximo un tiempo especial con nuestro Dios, escudriñar el mensaje que contiene la palabra y darle aplicabilidad en nuestra vida de acuerdo a nuestras circunstancias individuales; abrir nuestros oídos a lo que Él nos dice, dejarnos guiar e instruir; pero también, al orar, desnudar nuestra alma de tal manera que desahoguemos nuestras penas y alegrías con aquel que nunca falla.

Tu devocional individual, no reemplaza el de pareja ni el de familia. Son diferentes contextos y dimensiones en tu relación personal con el Señor. La acción de gracias y las peticiones, son distintas. Existen inquietudes que anhelas conversar con Él, que a lo mejor no quieres que tu esposo(a) o tus hijos sepan (cosas entre tú y Dios), necesidades de la pareja que deseas que el Señor trabaje en tu matrimonio (dos son más que uno) y es evidente tu responsabilidad de ser cabeza espiritual o ayuda idónea en el entrenamiento espiritual de tus hijos, para que no desvíen su camino, conozcan la verdad del Señor, y que reciban a través de sus padres, dirección de Dios para las pruebas que habrán de enfrentar en su vida diaria.

Los pensamientos y planes del padre celestial son distintos a los nuestros, pero… ¿cómo llegar a conocerlos, si no trabajamos en fortalecer nuestra relación con Él?

La sabiduría proviene del Señor, nuestra vulnerabilidad representada en nuestras debilidades, requiere de su protección, providencia divina y de su soberanía eterna. Para crecer espiritualmente, necesitamos del alimento adecuado y es una decisión que sólo tú puedes tomar. Él aguarda expectante que lo busques,  escuches su voz y atiendas su llamado.

Alabanza sugerida

Canción: No estoy solo –Tercer Cielo

Ver video Aquí: http://bit.ly/2yGch6L

OREMOS

Las batallas más duras de mi vida, las he librado de rodillas delante de ti Señor y nunca me has fallado. Derriba toda fortaleza que exista en mi vida, que resquebraje mi relación contigo. Anhelo hablar contigo cada día y dejar que seas tú quien tome decisiones por mí. Tengo fe en ti, te creo, se quién soy y lo que significas para mi vida y honro tu palabra a través de mis acciones, porque es la única manera que tengo de demostrarte cuanto te amo. En el nombre de tu hijo amado y bajo la unción de tu Santo Espíritu, declaro que eres y serás por siempre, el amor de mi vida, amén.