TEXTO BÍBLICO
Proverbios 10: 1, 5, 8, 9, 12, 27 NVI
Proverbios de Salomón
“10 Proverbios de Salomón:
“El hijo sabio es la alegría de su padre;
el hijo necio es el pesar de su madre.
5 El hijo prevenido se abastece en el verano,
pero el sinvergüenza duerme en tiempo de cosecha.
8 El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre.
9 Quien se conduce con integridad anda seguro;
quien anda en malos pasos será descubierto.
12 El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas.
27 El temor del Señor prolonga la vida,
pero los años del malvado se acortan.”
REFLEXIÓN
El reto de ser buenos hijos
El concepto de sabiduría se enmarca más fácilmente, dentro del ambiente familiar. Para Dios es fundamental y supremamente importante la calidad de las relaciones entre los esposos, los hermanos y los padres y los hijos; sin embargo, en ésta ocasión, hablaremos de la relación padres e hijos, fundamentada en el temor al Señor y la búsqueda de la felicidad que como seres humanos emprendemos constantemente.
¿Quieres ser feliz? respeta a tu papá y tu mamá; ¿Quieres vivir para ver crecer a tus hijos? hónralos para que el Señor te conceda los anhelos de tu corazón; ser diligentes, amorosos, respetuosos, amables y tolerantes en nuestro trato hacia ellos, refleja la presencia de Dios en nuestro corazón.
Creemos de manera errónea que son nuestros padres los que deben cambiar, somos poco tolerantes con su comportamiento que con el paso el tiempo se puede hacer insoportable, para los hijos que hoy día se encuentran cargados de sus propios problemas, una vida ocupada, ensimismados egoístamente en cumplir sueños y proyectos propios, dejando de lado su responsabilidad de velar por ellos, que enfrentan cada día, las consecuencias propias de la vejez, no siempre tan agradecida como quisieramos.
Me duele ver abuelitos pidiendo limosna en los semáforos luchando por su subsistencia, con la mirada perdida, por un deber cumplido no recompensado. Me entristece ver hijos despreocupados, poco sensibles, necios y rezongones. La integridad va mucho más allá del concepto subjetivo y relativo de creernos “buenos”, se demuestra con hechos de amor, honestidad, sinceridad y paciencia hacia nuestros semejantes, pero más, hacia aquellos que nos dieron la vida.
Quizás me digas, que no se lo merecen, porque no han sido los mejores padres; pero con todos sus desaciertos, siguen siendo tus padres y son revestidos con autoridad del Padre celestial sobre ti. Si dices conocer a Dios, no puede faltar en tí, cubrir con amor sus fallas.
En verdad es sabio, que hoy pidas perdón; que los busques para decirles que los amas, que te reconcilies con ellos y honres a Dios con un corazón dispuesto a la obediencia; así serás digno de recibir todas las bendiciones que en el cielo te han sido concedidas.
Alabanza sugerida
Canción: El padre que siempre soñé – Sara Escobar
Ver video aquí: http://bit.ly/2oI2vdy
OREMOS
Amado Señor, reconozco que he sido duro(a) con mis padres. Perdóname por no cumplir mis deberes como hijo(a). Bendícelos Señor, cuídalos, protégelos y has de mi una persona sensible a sus necesidades. Limpia mi corazón de la falta de perdón y de resentimiento y ayúdame a hacerlos sentir unos padres orgullosos de la obra que tú has hecho en mí. Padre amado, quiero ser un(a) buen(a) hijo(a), impúlsame a lograrlo. Que no haya más cabida al enemigo y que tu nombre sea exaltado en cada te amo que yo dirija hacia ellos hoy. En el nombre de Jesús, amén.