TEXTO BÍBLICO

Jeremías 49: 7 – 22 NVI

Mensaje para Edom
“7 Así dice el Señor Todopoderoso acerca de Edom:
«¿Ya no hay sabiduría en Temán?
¿Se acabó el consejo de los inteligentes?
¿Acaso se ha echado a perder su sabiduría?
8 Habitantes de Dedán:
¡Huyan, vuélvanse atrás!
¡Escóndanse en lo más profundo de la tierra!
Yo provocaré un desastre sobre Esaú,
pues le llegó la hora del castigo.
9 Si los vendimiadores llegaran a ti,
¿no te dejarían algunos racimos?
Si de noche te llegaran ladrones,
¿no se llevarían solo lo que pudieran?
10 Pero yo despojaré por completo a Esaú;
descubriré sus escondites, y no podrá ocultarse.
Sus hijos, parientes y vecinos,
serán destruidos y dejarán de existir.
11 ¡Abandona a tus huérfanos,
que yo les protegeré la vida!
¡Tus viudas pueden confiar en mí!»
12 Así dice el Señor: «Los que no estaban condenados a beber la copa de castigo la bebieron. ¿Y acaso tú vas a quedarte sin castigo? ¡De ninguna manera quedarás impune, sino que también beberás de esa copa! 13 Juro por mí mismo —afirma el Señor—, que Bosra se convertirá en objeto de maldición, y en horror, oprobio y desolación. Para siempre quedarán en ruinas todas sus ciudades».
14 He oído un mensaje del Señor.
Un heraldo lo anuncia entre las naciones:
«¡Reúnanse, ataquen a la ciudad!
¡Prepárense para la guerra!»
15 «Te haré pequeño entre las naciones,
menospreciado entre los hombres.
16 Tú, que habitas en las hendiduras de las rocas;
tú, que ocupas las alturas de los montes:
fuiste engañado por el terror que infundías
y por el orgullo de tu corazón.
Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila,
desde allí te haré caer
—afirma el Señor—.
17 Tan espantosa será la caída de Edom
que todo el que pase junto a la ciudad
quedará pasmado al ver todas sus heridas.
18 Será como en la destrucción de Sodoma y Gomorra
y de sus ciudades vecinas;
nadie volverá a vivir allí,
ni la habitará ningún ser humano
—afirma el Señor—.
19 »Como león que sale de los matorrales del Jordán
hacia praderas de verdes pastos,
en un instante espantaré de su tierra a los de Edom,
y sobre ellos nombraré a mi elegido.
Porque, ¿quién como yo?
¿Quién me puede desafiar?
¿Qué pastor se me puede oponer?»
20 Por eso, escuchen el plan que el Señor
ha diseñado contra Edom;
escuchen lo que tiene proyectado
contra los habitantes de Temán:
Serán arrastrados
los más pequeños del rebaño;
por causa de ellos sus praderas quedarán asoladas.
21 Tiembla la tierra
por el estruendo de su caída;
hasta en el Mar Rojo
resuenan sus gritos.
22 Remonta vuelo el enemigo,
se desliza como un águila,
extiende sus alas sobre Bosra.
En aquel día se angustiarán los valientes de Edom,
como se angustia una mujer de parto”.

REFLEXIÓN

Los edomitas recibieron la sentencia de muerte de parte de Dios, por sus pecados en contra de Israel. Se hace énfasis en la pérdida de la sabiduría por la cual eran conocidos. Jeremías profetizó acerca de la ruina y destrucción de la cual no iban a poder esconderse.

El único que conoce lo que hemos hecho bien y mal en este mundo es Dios. Para Él no hay secretos. Podemos escondernos de los hombres, pero de Él es imposible.

No hay nada secreto que no llegue a revelarse. No podemos ocultarnos por siempre y evadir el castigo que merecemos por actuar en contra de Dios y nuestros semejantes. Toda acción tiene una consecuencia. Es inevitable.

Todo aquello que ha ocupado el lugar de Dios en tu vida y con lo que has logrado el reconocimiento del mundo; será tu trampa. Eres tú quien cava tu propio foso cuando crees tener el control de todo en tu presente y tu futuro. Si dejas al Señor por fuera de la ecuación es posible que tu caída sea más fuerte y que seas menospreciado y humillado como tu lo has hecho con otros en varias ocasiones.

Retar el poder de Dios no es conveniente. Dejarnos engañar por nuestra soberbia es imprudente. Desafiar su nombre diciendo que sin Él es que hemos conquistado nuestros logros, nos deja sin defensa alguna.

El plan de Dios siempre ha sido nuestro bienestar y felicidad, la cuál provienen de su soberanía en respuesta a nuestras decisiones; jamás podremos ser verdaderamente felices si alcanzamos nuestras metas pisoteando a nuestros semejantes.

Alabanza sugerida
Canción: Jesús – Hector Lazo
Ver video aquí: https://bit.ly/338ntpM

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