Texto bíblico

Génesis 35 : 16-29 NVI “16 Después partieron de Betel. Cuando todavía estaban lejos de Efrata, Raquel dio a luz, pero tuvo un parto muy difícil. 17 En el momento más difícil del parto, la partera le dijo: «¡No temas; estás por tener otro varón!»18 No obstante, ella se estaba muriendo, y en sus últimos suspiros alcanzó a llamar a su hijo Benoní, pero Jacob, su padre, le puso por nombre Benjamín. 19 Así murió Raquel, y la sepultaron en el camino que va hacia Efrata, que es Belén. 20 Sobre la tumba Jacob erigió una estela, que hasta el día de hoy señala el lugar donde Raquel fue sepultada. 21 Israel siguió su camino y acampó más allá de Migdal Edar. 22 Mientras vivía en esa región, Rubén fue y se acostó con Bilhá, la concubina de su padre. Cuando Israel se enteró de esto, se enojó muchísimo. Jacob tuvo doce hijos: 23 Los hijos de Lea fueron Rubén, que era el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.24 Los hijos de Raquel fueron José y Benjamín. 25 Los hijos de Bilhá, la esclava de Raquel, fueron Dan y Neftalí.26 Los hijos de Zilpá, la esclava de Lea, fueron Gad y Aser.Éstos fueron los hijos que tuvo Jacob en Padán Aram.27 Jacob volvió a la casa de su padre Isaac en Mamré, cerca de Quiriat Arbá, es decir, Hebrón, donde también habían vivido Abraham e Isaac. 28 Isaac tenía ciento ochenta años. 29 cuando se reunió con sus antepasados. Era ya muy anciano cuando murió, y lo sepultaron sus hijos Esaú y Jacob.”

Reflexión

¿Ser o no ser madre?, un cambio de Perspectiva El amor de Dios es incomparable. Cuando tenemos la oportunidad de traer al mundo una nueva vida, un embarazo no es para nada fácil. Nuestro cuerpo, emociones, pensamientos y carácter en general cambian. Nuestras prioridades son reorganizadas, porque esa vida, trae unión, alegría y un motivo para ser mejores. Son nueve meses, en donde descubrir y comprender lo desconocido, se convierte en una aventura diaria, para toda la familia.

Dar a luz a un hijo, es el punto de equilibrio, que divide nuestra vida en dos, es la transición entre la angustia, la ansiedad, el no saber lo que pasará a partir de ese instante, del dolor a la felicidad plena, a la apropiación de uno de los tantos propósitos entregados como misión por parte de Dios, para hacernos responsables, de un corazoncito frágil, que necesita ser cuidado y protegido. A causa de su parto, Raquel murió, pero vio cumplidos sus sueños, al poder traer al mundo a su segundo hijo varón. Se despidió, pero dejaría a Jacób, a aquel que sería su mano derecha al final de sus días. José y benjamín, los hijos de Raquel y Jacob, serían sus favoritos, como fruto de su amor profundo y desinteresado por ella. Los hijos son la continuidad de un legado, ellos, son el reflejo de lo que hay en nuestro corazón. Son el símbolo de un llamado, así que si no has podido ser madre o padre todavía, es porque bajo la voluntad del Señor, tu llamado es distinto. Eso no te hace indigno, ni menospreciado, ni mucho menos te hace carecer de un propósito. Para el Señor, eres tan importante como aquellos que podemos serlo. Perdóname por favor, si de alguna manera hiero tus sentimientos con lo que hoy escribo. Quizás te sientes fracasada, al no ver cumplido tu sueño de ser mamá de manera natural, pero quisiera que entiendas, que infertilidad no siempre es maldición. Dios te ama, eres para Él, creación admirable, y a lo mejor, tu misión sea, la de servirle. dando lo que necesita aquel que no tiene la posibilidad. Hay tantos niños en el mundo, abandonados por sus padres, que necesitan del amor de quien desea serlo. Llenar vacíos, brindándole a otro un poco de lo que a ti te sobra, produciendo en ellos esperanza, alegría, estabilidad emocional y dándote la oportunidad, de hacer el bien en medio de las circunstancias que vives. En esa medida, tu infertilidad, se convierte en un verdadero propósito para Dios y es mucho más ambicioso que cualquier otro, porque requiere total entrega y sacrificio de tu verdadero yo. Ser mamá, no es dar a luz, es solo un medio. Ser mamá, va mucho más allá, es trazar un camino, brindar amor, estar ahí cuando ese niño lo necesite, escucharlo, aconsejarlo, guiarlo, orientarlo, suplir sus necesidades básicas de afecto y físicas, es dar ejemplo de una vida íntegra, es reflejar el amor de Dios hacia aquel que fue abandonado y está sumido en la soledad y la tristeza, es tener la posibilidad de conquistar el universo entero, con un corazón dispuesto a dar sin recibir nada a cambio. Si perdiste a tu hijo, en una circunstancia desafortunada, no te angusties y no temas, porque él o ella, hoy descansan en las manos de nuestro Padre, y en donde se encuentra, puedes tener la seguridad que disfruta de la paz, la tranquilidad, la sanidad, el amor y lo perfecto que de las manos mismas el Creador, le ha sido concedido. El verdadero sentido de tu existencia, te lo das tu mismo. Es una decisión personal, el auto flagelarte cada día, porque no obtienes la bendición de la manera que tu quieres. Tienes a tu alcance, el empoderarte de tu llamado. Pídele al Señor que te muestre lo que el espera de ti, para que adquiera sentido el que hoy te encuentres vivo, respirando, allí en donde te encuentres, y puedas entender, el para qué y no el porqué de las cosas.

Oremos

Gracias padre, por cada niño en el mundo que hoy necesita afecto y protección, porque aunque en lo terrenal no lo tengan, en lo espiritual, eres tu quien los protege, los cuida y en lo eterno, son los dueños del cielo. Gracias Señor, por cada mujer a la que hoy le hablas para expresarle que también es importante para ti, que tiene una misión y que tu encomienda, no importa el medio, trae recompensa de felicidad. Gracias por sanar sus heridas, por traer consuelo, por limpiar sus lágrimas y traer paz. Llénalas de tu valentía y fortaleza, para cambiar y conquistar el mundo entero, con su esencia y verdadero llamado. En el nombre Jesús, Amén.