TEXTO BÍBLICO

Isaías 42: 10-17 NVI

Canción de alabanza al Señor

“10 Canten al Señor un cántico nuevo,
    ustedes, que descienden al mar,
    y todo lo que hay en él;
canten su alabanza desde los confines de la tierra,
    ustedes, costas lejanas y sus habitantes.
11 Que alcen la voz el desierto y sus ciudades,
    y los poblados donde Cedar habita.
Que canten de alegría los habitantes de Selá,
    y griten desde las cimas de las montañas.
12 Den gloria al Señor
    y proclamen su alabanza en las costas lejanas.
13 El Señor marchará como guerrero;
    como hombre de guerra despertará su celo.
Con gritos y alaridos se lanzará al combate,
    y triunfará sobre sus enemigos.

14 «Por mucho tiempo he guardado silencio,
    he estado callado y me he contenido.
Pero ahora voy a gritar como parturienta,
    voy a resollar y jadear al mismo tiempo.
15 Devastaré montañas y cerros,
    y secaré toda su vegetación;
convertiré los ríos en tierra seca,
    y secaré los estanques;
16 conduciré a los ciegos por caminos desconocidos,
    los guiaré por senderos inexplorados;
ante ellos convertiré en luz las tinieblas,
    y allanaré los lugares escabrosos.
Esto haré,
    y no los abandonaré.
17 Pero retrocederán llenos de vergüenza
    los que confían en los ídolos,
los que dicen a las imágenes:
    “Ustedes son nuestros dioses”.

REFLEXIÓN

Silencio abrumador

En los momentos de silencio del Señor, es cuando su obra en nosotros se encuentra en el punto más álgido. Jamás ha dejado de trabajar en nuestras circunstancias. Creemos que nos ha abandonado, porque no oímos su voz y al orar no hallamos respuesta y es la angustia, la que finalmente nos aleja de su voluntad y nos hace dudar de su favor.

No es nuestra queja o nuestros cuestionamientos lo que Él quisiera escuchar, nuestra actitud debe demostrar confianza, tranquilidad de que Él tiene el control de todo y la firmeza de nuestras creencias y convicciones fortaleza en medio de la tormenta.

Cuando la falta de fe nos visita y prestamos atención a pensamientos y emociones que nos roban la paz, erramos en nuestras decisiones, le fallamos a Dios y nos vemos en una encrucijada que nos exigirá, o retomar el camino de la verdad o continuar hacia el abismo en donde dar fruto es realmente imposible.

Los tiempos del Señor son perfectos, Él no llega tarde, tiene soberanía sobre todo aquello que nos sucede. Él no es un simple espectador, pero sí actúa con prudencia, buscando siempre nuestro crecimiento en medio del proceso.

No permitas que tu actitud de soberbia y orgullo, cierre tus oídos a lo que Dios te dice hoy: Él está contigo, jamás te abandonará, tus enemigos ya están derrotados y eres victorioso(a) en Él porque así lo ha dispuesto; no es en tus fuerzas es bajo el poder de su Santo Espíritu, que lograrás vencer tus miedos…Él está a tu lado, cree en sus promesas.
 
Alabanza sugerida

Canción: Jesucristo Basta – Su Presencia

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OREMOS

Amado Señor, te fallo constantemente y por eso te pido perdón. Dudo y dejo de creer cuando mis actitudes me impiden escuchar tu voz, esa que me dice que tu tienes todo bajo tu control y que al final recibiré una recompensa eterna a mi confianza en ti. Aparta de mí los pensamientos de derrota, la desesperanza, el temor a lo desconocido, el miedo a conquistar mis sueños y enséñame a soltar y permitir que tomes el timón de mi vida, para que pueda llegar al puerto seguro a donde me quieres llevar. Te bendigo y te alabo hoy y siempre Señor, en el nombre de Jesús, amén.