Los pueblos hispanos disfrutamos de un héroe propio, uno que nadie nos prestó y que hablaba nuestro idioma, la antítesis del súper héroe fuerte y perfecto, lleno de habilidades y poderes extraordinarios, un personaje tan limitado y lleno de defectos como un ser humano cualquiera. Alguien que es más ágil que una tortuga, más fuerte que un ratón y más noble que una lechuga.

El Chapulín Colorado de alguna manera siempre quiere hacernos entender la verdadera esencia del heroísmo, pues ser héroe no se trata de no tener miedo sino de vencerlo, no se trata de ser perfecto sino de superar nuestras limitaciones y defectos, no se trata de ganar siempre, sino de sumar nuestras derrotas y convertirlas en grandes triunfos.

El pueblo de DIOS siempre esperó un mesías que tuviera grandes habilidades políticas y militares, querían a un caudillo que los liberara físicamente del yugo del imperio romano y que los ayudara a instaurar la paz en la región; a todas luces suena justo que buscaran libertad y reivindicación social, pero sin darse cuenta recibieron más que eso, recibieron la posibilidad de la vida eterna.

JESÚS es el héroe más real y más controversial de todos, más allá de ser un libertador de hombres, es un libertador de almas, es un eterno hacedor del bien, con un amor infinito por la humanidad y una misión inconmensurable, sus armas más poderosas son el amor, el perdón y la reconciliación, ÉL es quien nos enseña a ver nuestras debilidades como las áreas en donde DIOS se glorifica.

Nuestro héroe hispano representa las limitaciones y defectos del ser humano común, y la manera en que apelamos a una fuerza interna superior que nos impulsa a vencer todos los obstáculos, ese es el ADN que nuestro amado PADRE ha impreso en nosotros, al habernos creado a su imagen y semejanza nos ha dado la fuerza interna del guerrero, pues DIOS también es un guerrero.

Parte de nuestra responsabilidad es ejercer señorío sobre la naturaleza y llevar el nombre de DIOS a todas el áreas de influencia que nos han sido confiadas por ÉL, es representarlo a donde quiera que vamos de la manera en que lo hizo JESÚS; nuestro hermano mayor nos mostró el camino para llegar a cumplir con todas nuestras obligaciones en este mundo.

A veces los verdaderos héroes no son como los pintan los comics o como se los imagina la gente, pero tienen cosas en común, son personas con limitaciones que pudieron superar, gracias al espíritu de poder, de amor y dominio propio que nos ha regalado el ALTÍSIMO; JESÚS mismo, se despojó de toda su naturaleza divina y asumió la fragilidad y debilidad de los hombres para hacer aún más grande y completa su victoria en la cruz.

Ser cristiano se trata de ser un héroe, de perseguir un propósito más grande que nosotros mismos, y de tener la valentía para enfrentar todas nuestras dificultades, de despojarnos de todo lo que nos estorba y que no nos define, como títulos y honores, para predicar y evangelizar con nuestras propias vidas. Ser el reflejo de JESÚS en toda circunstancia y en todo lugar es el objetivo.

El sacrificio de JESÚS en la cruz es el acto de amor más grande que el hombre pueda conocer, mediante el cual construyó un puente para que pudiéramos acercarnos a nuestro PADRE libremente y sin intermediarios, nos devolvió la esperanza de una vida eterna y nos ofreció el triunfo definitivo sobre la muerte y el pecado, la fuerza de su amor debe ser su distintivo, por eso para mí su escudo es un corazón.

Escrito por Mr Cesos para www.conectadosconcristo.com