Aunque no me gusta hacerlo es inevitable estar informado sobre la situación de mi ciudad, país, continente, mundo, etc. No me gusta leer periódicos ni ver “noticieros” por el caudal de suciedad con toques amarillistas que se muestra de esta “sociedad progresista”.
Las noticias que se encuentran son totalmente contrarias a las noticias de los cielos y el reino de Dios. Con sorpresa veo como en diferentes países se rebelan contra la autoridad elegida por la mayoría de sus pueblos. Para no generar controversias solo me remitiré al caso de mi amado país y mi apreciada ciudad.
Veo y leo como muchos líderes y medios de comunicación atacan algo tan loable como la Paz y utilizan la desinformación y hasta la difamación sobre el Presidente de mi República. No es que este a favor o en contra del Gerente General de los colombianos, pero me deja estupefacto la semilla de odio y deseo desobediencia que existe en la generalidad de mis compatriotas. En la ciudad la cosa no es diferente, hace pocos días se organizó una “estampida” para revocar a la primera autoridad de la capital.
Me entristece tanto la situación actual que me refugio en el mejor libro que existe para comprender el pasado, nuestro presente y futuro. Hago referencia de la Biblia, el manual más actualizado que jamás ha existido, y escudriñándolo me encontré con lo siguiente: “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación.” (Romanos 13:1-2 La Biblia de las Américas)
=O. Es muy claro el mandato que el único digno de ser adorado, seguido, amado y obedecido nos dice, y podemos extractar de este versículo, primero que debemos obedecer a las autoridades pues ÉL los ha puesto en ese cargo y no olvidemos lo que nos dice en Isaías 41:4: “Yo soy el único Dios y mantengo bajo control todo lo que pasa en este mundo[1]. He existido desde el principio, y existiré hasta el final.” (Traducción en Lenguaje Actual. TLA) y que el hecho de desobedecer a las autoridades nos lleva a condenación ya que estaríamos oponiéndonos, resistiéndonos o sublevándonos a Dios directamente.
Este versículo de Romanos fue escrito por Pablo y aun cuando la iglesia primitiva estaba siendo asolada por el Imperio Romano y sus dirigentes eran personas como el mismísimo Nerón (que alumbraba a Roma con cuerpos de Cristianos), el mandato divino es claro y directo: orar por las autoridades independientemente si nos gusta, estamos de acuerdo o no. (1 Timoteo 2: 2-3)
¿Sublevación? u ¿Obediencia? Tú eliges y escribes la noticia. Usa tu albedrío.
Siempre en Cristo Jesús, Amén.
Escrito por Alejandro Vargas para www.conectadosconcristo.com
[1] Negrillas realizadas por el autor de este Artículo.