“Pero cuando Balán se dio cuenta de que al SEÑOR le complacía que se bendijera a Israel, no recurrió a la hechicería, como otras veces, sino que volvió su rostro hacia el desierto. 2 Cuando Balán alzó la vista y vio a Israel acampando por tribus, el Espíritu del SEÑOR vino sobre él; 3 entonces pronunció su oráculo: «Palabras de Balán hijo de Beor; palabras del varón clarividente. 4 Palabras del que oye las palabras de Dios, del que contempla la visión del Todopoderoso, del que cae en trance y tiene visiones. 5 »¡Cuán hermosas son tus tiendas, Jacob! ¡Qué bello es tu campamento, Israel! 6 Son como arroyos que se ensanchan, como jardines a la orilla del río, como áloes plantados por el SEÑOR, como cedros junto a las aguas. 7 Sus cántaros rebosan de agua; su semilla goza de agua abundante. Su rey es más grande que Agag; su reinado se engrandece. 8 »Dios los sacó de Egipto con la fuerza de un toro salvaje. Israel devora a las naciones hostiles y les parte los huesos; ¡las atraviesa con sus flechas! 9 Se agacha como un león, se tiende como una leona: ¿quién se atreverá a molestarlo? ¡Benditos sean los que te bendigan! ¡Malditos sean los que te maldigan!» 10 Entonces la ira de Balac se encendió contra Balán, y chasqueando los dedos le dijo: —Te mandé llamar para que echaras una maldición sobre mis enemigos, ¡y estas tres veces no has hecho sino bendecirlos! 11 ¡Más te vale volver a tu tierra! Prometí que te recompensaría, pero esa recompensa te la ha negado el SEÑOR. 12 Balán le contestó: —Yo les dije a los mensajeros que me enviaste: 13 “Aun si Balac me diera su palacio lleno de oro y de plata, yo no podría hacer nada bueno ni malo, sino ajustarme al mandamiento del SEÑOR mi Dios. Lo que el SEÑOR me ordene decir, eso diré.” 14 Ahora que vuelvo a mi pueblo, voy a advertirte en cuanto a lo que este pueblo hará con tu pueblo en los días postreros. Cuarto oráculo de Balán 15 Entonces Balán pronunció su oráculo: «Palabras de Balán hijo de Beor, palabras del varón clarividente. 16 Palabras del que oye las palabras de Dios y conoce el pensamiento del Altísimo; del que contempla la visión del Todopoderoso, del que cae en trance y tiene visiones: 17 »Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no de cerca. Una estrella saldrá de Jacob; un rey surgirá en Israel. Aplastará las sienes de Moab y el cráneo de todos los hijos de Set. 18 Edom será conquistado; Seír, su enemigo, será dominado, mientras que Israel hará proezas. 19 De Jacob saldrá un soberano, y destruirá a los sobrevivientes de Ar.» Últimos oráculos de Balán 20 Balán miró a Amalec y pronunció este oráculo: «Amalec fue el primero entre las naciones, pero su fin será la destrucción total.» 21 Luego miró Balán al quenita y pronunció este oráculo: «Aunque tienes una morada segura y tu nido está sobre las rocas, 22 tú, Caín, estás destinado al fuego, y Asiria te llevará cautivo.» 23 Entonces Balán pronunció este oráculo: «¡Ay!, ¿quién seguirá con vida cuando Dios determine hacer esto? 24 Vendrán barcos desde las costas de Chipre, que oprimirán a Asiria y a Éber, pues ellos también serán destruidos.» 25 Después de esto Balán se levantó y volvió a su tierra, y también Balac se fue por su camino”. Balán era hechicero y clarividente, por eso Balac lo había contratado, para que a través de sus conjuros lanzara una maldición contra el pueblo de Israel y éste fuera exterminado. Pero de manera sobrenatural, pudo experimentar de primera mano el poder de Dios sobre él y fue así, que decidió dar un giro de 180 grados a su vida, para bendecir y no maldecir, seguir la voz de Dios y obedecerlo sin importar el oro o la plata que le ofrecieran. No hay recompensa mayor que tener el favor de Dios. Cumplir sus mandamientos y preceptos garantiza nuestra victoria sobre la adversidad. Él conoce nuestros pensamientos, escucha atentamente nuestras palabras y de acuerdo a nuestra fidelidad nos entrega los tesoros del cielo que tiene para nosotros. En éste pasaje Bíblico, Balán lanza la profecía del surgimiento de un Rey en Israel, Jesucristo, soberano vencedor, que vendrá a traer paz y a gobernar la existencia de los que habitamos en ésta tierra. Es a Él a quien debemos dirigir la mirada, entregarle el control de absolutamente TODO lo que hoy domina nuestra mente y nuestro corazón, para apartar la muerte y dar cabida a la vida eterna que nos ofrece, esa es nuestra verdadera recompensa. Gracias Señor porque de lo peor del mundo tú obras maravillas. No buscas perfección en nosotros, sino santidad y nos ayudas a alcanzarla mediante el conocimiento que poco a poco a través de nuestras experiencias de vida, hemos ido obteniendo directamente de la sabiduría y la disciplina que tus manos amorosas han derramado sobre nosotros tus hijos. Te amamos Señor y te damos gracias por cómo nos has cambiado, haciendo de nosotros personas dignas de entrar en tu presencia y gozar de la paz que tu amado hijo Jesús nos ofrece. En el nombre de Él hemos orado, amén y amén.Texto Bíblico
Números 24 (NVI)
Reflexión
Surgimiento de un Rey
Dios tiene el poder de usar inclusive, a aquellas personas que como Balán, son desobedientes y hacen cosas que le desagradan, para glorificarse en ellos, a través de un cambio radical, evidente a los ojos del mundo entero.
Oremos