Soy digno

Cuando Dios nos eligió, nos hizo hijos suyos, dándonos conciencia y confianza de acercarnos a Su presencia y llevarla dentro de nosotros todos los días de nuestra vida. Por ende es Él quien nos hace santos, sin mancha, sin arruga; Él fue quien hizo eso en nuestras vidas y quien decidió escogernos y santificarnos mediante el sacrificio de Cristo. Nos amó mucho antes de que nosotros le pudiésemos amar, por su amor nos predestinó para hacernos sus hijos. De este modo nosotros nada podíamos hacer, no merecíamos tanto amor y sacrificio, pero Su voluntad era esa, que no hiciéramos nada para recibir su salvación y tener en nosotros Su presencia, haciéndonos dignos de ella.

Lee mas