El precio de la sangre

El pueblo de Israel estuvo siempre tentado a la infidelidad con Dios, a adorar dioses paganos, demonios (en forma de machos cabríos) ofreciendo sacrificios, teniendo como base de dicha adoración la inmoralidad. Es claro, que era una ofensa que despertaba la ira de Dios y que al hacerlo contaminaba no solo su existencia sino la de todos sus descendientes.

Lee mas