Somos su posesión más valiosa
Somos hijos de Dios, consagrados a Él, apartados para su servicio. Nos eligió entre todas las personas que habitan la tierra para que pudiéramos gozarnos de su presencia, su favor y su poder. Fuimos rescatados de una vida en la derrota, para experimentar la victoria a través de su intervención divina, en situaciones extremas de las que nunca pensamos pudiéramos salir.
Lee mas