Texto bíblico

Génesis 30: 25 – 43 NVI Jacob se enriquece «25 Después de que Raquel dio a luz a José, Jacob le dijo a Labán: —Déjame regresar a mi hogar y a mi propia tierra. 26 Dame las mujeres por las que te he servido, y mis hijos, y déjame ir. Tú bien sabes cómo he trabajado para ti. 27 Pero Labán le contestó: —Por favor, quédate. He sabido por adivinación que, gracias a ti, el SEÑOR me ha bendecido. 28 Y le propuso: —Fija tú mismo el salario que quieras ganar, y yo te lo pagaré. 29 Jacob le respondió: —Tú bien sabes cómo he trabajado, y cómo gracias a mis desvelos han mejorado tus animales. 30 Lo que tenías antes de mi venida, que era muy poco, se ha multiplicado enormemente. Gracias a mí, el SEÑOR te ha bendecido. Ahora quiero hacer algo por mi propia familia. 31 —¿Cuánto quieres que te pague? —preguntó Labán. —No tienes que pagarme nada —respondió Jacob—. Si aceptas lo que estoy por proponerte, seguiré cuidando tus ovejas. 32 Hoy, cuando pase yo con todo tu rebaño, tú irás apartando toda oveja manchada o moteada, y todos los corderos negros, y todos los cabritos manchados o moteados. Ellos serán mi salario. 33 Así, el día de mañana, cuando vengas a controlar lo que he ganado, mi honradez responderá por mí: si encuentras alguna oveja o cabrito que no sea manchado o moteado, o algún cordero que no sea negro, será que te lo he robado. 34 —Está bien —acordó Labán—, acepto tu propuesta. 35 Ese mismo día Labán apartó todos los chivos rayados y moteados, todas las cabras manchadas y moteadas, todas las que tenían alguna mancha blanca, y todos los corderos negros, y los puso al cuidado de sus hijos. 36 Después de eso, puso una distancia de tres días de viaje entre él y Jacob. Mientras tanto, Jacob seguía cuidando las otras ovejas de Labán. 37 Jacob cortó ramas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y las peló de tal manera que quedaran franjas blancas al descubierto. 38 Luego tomó las ramas que había pelado, y las puso en todos los abrevaderos para que el rebaño las tuviera enfrente cuando se acercara a beber agua. Cuando las ovejas estaban en celo y llegaban a los abrevaderos, 39 los machos se unían con las hembras frente a las ramas, y así tenían crías rayadas, moteadas o manchadas. 40 Entonces Jacob apartaba estos corderos y los ponía frente a los animales rayados y negros del rebaño de Labán. De esta manera logró crear su propio rebaño, diferente al de Labán. 41 Además, cuando las hembras más robustas estaban en celo, Jacob colocaba las ramas en los bebederos, frente a los animales, para que se unieran mirando hacia las ramas. 42 Pero cuando llegaban los animales más débiles, no colocaba las ramas. Así los animales débiles eran para Labán y los robustos eran para Jacob. 43 De esta manera Jacob prosperó muchísimo y llegó a tener muchos rebaños, criados y criadas, camellos y asnos.»

Reflexión

Total confianza y dependencia de Dios Llevaba Jacob trabajando para Labán catorce años, sin recibir salario alguno. Labán se había aprovechado todo ese tiempo de Jacob, y quería seguir enriqueciéndose por su causa y sin el mayor esfuerzo, mucho tiempo más. Buscando su independencia, Jacob procuraba, hacer lo correcto delante de Dios, y responder por su familia. Cuando las motivaciones de nuestro corazón, son positivas, buscando el bien de quienes nos rodean, el Señor nos respalda y nos prospera en todo sentido. Es la esencia de Dios mismo, defender la causa de aquellos que han sido oprimidos, maltratados, engañados y responder prontamente, a aquellos que con humildad buscan su ayuda para salir delante de las situaciones que enfrentan. La confianza puesta en Dios, antes que en criterios netamente humanos, es la que trae bendición. Tener metas claras, plantearse propósitos y proyectos concretos, en los que se solicite su intervención, conllevará al éxito total, al cumplimiento de lo planteado, y a la obtención de resultados más grandes de los esperados, porque cuando lo honramos al buscarlo para que su mano poderosa nos guíe en el desarrollo de lo planeado, Él nos honra, concediéndonos los deseos de nuestro corazón.

Oremos

Dios mío, tengo tantos proyectos en mente y tengo claro que sin tí, nada puedo hacer en éste mundo, es por ésto que hoy te pido, me guíes y me ayudes, en el cumplimiento de mis metas y sueños, para que así sobreabunde la gracia, la prosperidad y el éxito en mi vida. Te amo Señor, entra en mi vida y respáldame en lo que emprenda hoy, en el nombre de Jesús, Amén y amén.