Texto Bíblico

Deutoronomio 22: 1-12 NVI

Diversas leyes

“»Si ves que un buey o una oveja de tu hermano se ha extraviado, no te hagas el desentendido sino llévalo en seguida a su dueño. 2 Si el dueño no es tu vecino, o no lo conoces, lleva el animal a tu casa y cuídalo hasta que el dueño te lo reclame; entonces se lo devolverás. 3 Lo mismo harás si encuentras un burro, un manto, o cualquier otra cosa que se le haya perdido a tu hermano. No te portes con indiferencia. 4 »Si en el camino encuentras caído un burro o un buey que pertenezca a tu hermano, no te hagas el desentendido: ayúdalo a levantarlo. 5 »La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer, porque el SEÑOR tu Dios detesta a cualquiera que hace tal cosa. 6 »Si en el camino encuentras el nido de un ave en un árbol o en el suelo, y a la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no te quedes con la madre y con la cría. 7 Quédate con los polluelos, pero deja ir a la madre. Así te irá bien y gozarás de larga vida.

8 »Cuando edifiques una casa nueva, construye una baranda alrededor de la azotea, no sea que alguien se caiga de allí y sobre tu familia recaiga la culpa de su muerte. 9 »Cuando plantes en tu viña, no mezcles diferentes clases de semilla; si lo haces, tendrás que consagrar a Dios tanto el producto de lo plantado como el fruto total de la viña. 10 »No ares con una yunta compuesta de un buey y un burro. 11 »No te vistas con ropa de lana mezclada con lino. 12 »Pon cuatro borlas en las puntas del manto con que te cubres».

Reflexión

Mi vecino me tiene aburrido

¿Cuántos de nosotros evitamos a nuestros vecinos?, no nos preocupamos por saber de ellos, ni construir una amistad con quienes rodean nuestro hogar. Ignoramos sus necesidades y ponemos barreras de comunicación casi infranqueables; nos pronunciamos solo para expresar nuestro descontento por el ruido que hacen o por su mala actitud y nos olvidamos de la camaradería que debe reinar en el corazón del pueblo de Dios.

Se nos ha enseñado a lo largo de la escritura, que debemos extender la mano a nuestro hermano y ayudarlo en medio de sus dificultades. El descuido deliberado y apático atenta contra la responsabilidad social con la que el cristiano debe vivir. Si dices que crees en Dios, que hace parte de tu vida, que gobierna en tu corazón y que Él es lo más importante para ti, entonces que otros vean en ti su gloria, su misericordia, su amor y puedan sentir sus brazos para sostenerlos cuando no puedan más; pero para lograrlo, se requiere entablar relaciones interpersonales que reflejen el carácter bondadoso y activo del Señor.

Escuchar, convertirnos en expertos conciliadores, ser honestos, amables y atentos, corresponden al código de comportamiento a utilizar en el fortalecimiento de nuestra habilidad para expresar pensamientos, sentimientos, emociones, ideas, opiniones o creencias a otros, de una manera efectiva y cómoda que no altere, ni afecte nuestra relación con ellos.

Reconocer, respetar y hacer valer los derechos de las personas, marcan la pauta de convivencia para una sociedad en paz, armonía y tranquilidad. Tenemos la libertad de elegir cómo actuar en las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida, tanto para nuestro bienestar como para el de los demás o el de la comunidad en general. Ten presente que lo que sembremos, eso mismo cosecharemos, que para recibir primero hay que estar dispuestos a dar y que de TODO lo que hagamos o dejemos de hacer tendremos que rendir cuentas en su debido momento.

Alabanza sugerida:

Canción: Tu amistad me hace bien – Alex Campos

Ver video Aquí: http://bit.ly/1k9Uq6o

 

Oremos

En detalles tan sencillos, hablas a mi corazón fuerte y contundentemente, para transformar áreas de mi vida en las que creí estar bien. Señor ayúdame a ser de bendición para mis vecinos, perdóname si he sido indiferente o si me he comportado con ellos como no debería hacerlo. Muéstrame cómo puedo ser fuente de paz, armonía y tranquilidad en el lugar en donde habito. Haz que yo sea asertivo(a) en mis relaciones interpersonales y permíteme ser una extensión de tu amor aquí en la tierra. Bendigo a quienes me rodean, en el nombre de Jesús, amén y amén.